"Volvemos, cuando nos apliquen una vacuna de calidad", advierte Edith una docente de preescolar en el estado de México quien está dispuesta a retornar a su aula con sus alumnos, pero tiene zozobra por no saber qué tipo de vacuna le aplicarán.
"Por supuesto que sí volvemos, siempre y cuando nos apliquen dosis de buena calidad", sostiene Edith, aunque las autoridades han insistido sobre la seguridad de todos los biológicos.
Edith es docente de un preescolar del municipio sureño de Villa Guerrero y su matrícula no supera los 30 alumnos. Es de esas pequeñas escuelas que están en zonas semirruales de la entidad y podrían ser de las últimas en recibir la inmunización.
Aunque el Gobierno federal ya anticipó que al Estado de México le corresponde vacunación a partir del 13 de mayo, Edith teme que no estén listos para la apertura.
"Ellos, los padres de familia, ya lo anhelan (el retorno a clases) pues trabajar a distancia les es complicado, pero si no tenemos con qué limpiar la escuela, no es seguro", advierte la joven docente.
La escuela en la que atiende Edith no se otorga mantenimiento ni limpieza desde hace 12 meses, como muchas otras en la entidad. En el tiempo que lleva la pandemia, se vaciaron los suministros de agua que se tenían y no cuentan con un intendente que les procure atención a las aulas.
"Está que se cae de sucia", expresa la docente. "No tenemos intendentes, gobierno no nos ha mandado y es una escuela de organización completa", dice.
A su punto de vista, las escuelas deberían haber continuado con la limpieza durante la pandemia y la autoridad educativa debió dotarlos de los insumos.
Considero que no es responsabilidad de los padres, sino del gobierno.
A más de 10 kilómetros, de la escuela de Edith, se ubica el preescolar que atiende Maricruz. La situación y condiciones son similares.
"Yo atiendo una escuela del Conafe en el municipio de Calimaya", explica la docente.
Ella comparte la misma preocupación de Edith, porque tampoco les han dado insumo de limpieza en el sistema federalizado, al que pertenece el plantel, y han tenido que arrendar con los padres cubetas, traperos y jabón.
"Una limpieza se hace normal, no nos han dado un protocolo especial para asear los salones", comenta Maricruz.
En ambos casos, las vacunas no son suficientes. Se requiere aplicar una nueva normalidad para retorno a clases presenciales, advierten las dos profesoras de preescolar.
La diferencia es imperceptible en ambas escuelas adscritas a sistemas educativos distintos, en los cuales la constante es que hay desorganización y carencias en insumos ante un posible retorno a las aulas.
Asimismo, las condiciones de las escuelas preocupan a padres y docentes porque la secretaría de Educación estatal no cuenta con un balance de las condiciones en que están previo al inicio de vacunación a docentes y alumnos.
"No sabemos si se nos otorgará material, no sabemos nada de eso", insistió la profesora Edith.
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