Para las mamás de niños en edad escolar de nivel básico, las clases por televisión no despiertan tanta confianza como si pudieran recibirlas en línea con maestros conocidos y menos aun cuando se ha filtrado que participarán conductores de las televisoras.
Roxana Mota, quien tiene que salir a trabajar todos los días, el problema es no tener a alguien que se quede en casa para asegurarse de que los niños tomen sus clases por televisión, que respeten los horarios y pongan atención a los temas que se les van a impartir.
Ella tiene un niño que ingresará al segundo grado y una niña que iniciará el quinto año de educación primaria, quien desde que el Semáforo Epidemiológico pasó al color naranja se ha hecho cargo de su hermano, pero duda que pueda controlar los horarios de ambos.
Comenta que no ha tenido mucho tiempo para estudiar el calendario de transmisión de clases, pero considera que no tendrá problemas para que cada uno cubra su horario, pues en su casa hay dos aparatos de televisión.
Sobre la posible participación de conductores de las televisoras en las clases, expresó su desacuerdo, pues hay algunos que son muy guapos o guapas, pero cuando no están leyendo lo que tienen que decir demuestran su falta de preparación.
Esmeralda Sánchez tiene una miscelánea en su casa y para ella la transmisión de clases por televisión es un alivio, pues no tiene que cerrar para llevar y recoger a su hija de la escuela, pero aunque deba atender a los clientes está en condición de estar atenta a las clases y a las tareas que pueda tener su pequeña.
Sin embargo, considera que la televisión no es el medio idóneo para impartir clases aun cuando la transmisión sea en vivo, pues los niños no conocerán nunca al maestro, no podrán interactuar ni para preguntar aquello que no entiendan..
“Creo que sería mucho mejor que les dieran clases a través de alguna plataforma digital, porque los niños podrían interactuar con los maestros, así se hizo el ciclo pasado en algunas escuelas, porque así va a resultar como la telesecundaria, que los niños tenían una televisión en el salón, con un orientador para supervisarlos, pero lo que aprendían en comparación con las clases normales deja mucho que desear”, afirmó.
Destacó su rechazo a que participen conductores en las clases porque “van a confundir al maestro y a los niños que los vean, hay algunos que no saben ni la “O” por lo redondo, sobre todos los de los programas de la mañana, sólo saben de chismes de los actores y de telenovelas”.
Rosario Pérez, madre trabajadora, señaló que cuando se enteró del modelo híbrido propuesto por la autoridad educativa federal se angustió, pues ella no ha dejado de trabajar ni siquiera con el Semáforo Epidemiológico en rojo, pero la misma pandemia de Covid-19 ha abierto una solución para ella y otras vecinas.
Dijo que una vecina suya se ofreció a quedarse con los niños de las mamás que deben ir a trabajar, pues al inicio de la contingencia sanitaria fue despedida de la empresa donde laboraba, ahora se gana la vida cuidando a los hijos de otras madres.
Estamos ayudándole a adecuar los espacios de su casa para que los niños puedan tomar clases, yo decidí llevar un televisor y ahora tendrá salones de clase en la sala, en el comedor y en la recámara, “así por lo menos me voy tranquila a trabajar, sabiendo que mis hijos no estarán solos y desatendidos.
Finalmente, pidió a las televisoras no mezclar la enseñanza con el entretenimiento y dejar a los conductores de sus empresas hacer lo que saben en otros espacios y no contaminarlos con la falta de preparación y de sensibilidad que muchos de ellos demuestran en sus participaciones en los programas para los que están contratados.
