Con un tratamiento oportuno y adecuado, las mujeres que son diagnosticadas con cáncer de mama y cervicouterino tienen una oportunidad de sobrevivencia por encima del 60%, incluso en casos donde la enfermedad se encuentra en una etapa clínica avanzada, sin embargo, con revisiones periódicas a través de mastografías y papanicolau las mujeres tienen altas probabilidades de vencer este padecimiento.
Lo anterior fue expuesto por los médicos especialistas en radio oncología, Alejandro Antonio Sánchez Cruz y Gabriela Sebastián Barajas, subdirector médico del Centro Oncológico Estatal ISSEMyM y encargada de la Clínica de Radioterapia de Tumores Urológicos, Piel y Partes Blandas, también de ese Centro Oncológico, respectivamente, durante el Panel Radioterapia y Nuevas Técnicas de Tratamiento en Cáncer Cervicouterino y de Mama, en el Congreso Internacional de Salud.
Señalaron que, contrario a lo que se piensa, actualmente el cáncer ya no es sinónimo de muerte, pues con los procesos de quimio y radioterapia es posible vencer esta enfermedad silenciosa que acaba con la vida de miles de personas por año.
En su intervención, el subdirector médico del Centro Oncológico Estatal ISSEMyM, Alejandro Antonio Sánchez Cruz, explicó que las etapas clínicas en cáncer van desde la etapa 1 hasta la 4 y cada una de estas tiene unas subdivisiones.
En el caso de la etapa 1 los pacientes son susceptibles a un tratamiento quirúrgico mediante una técnica específica que conlleva un protocolo para la adecuada atención, mientras que de la etapa 2 a la 4 los tratamientos pueden ser variados y contemplar quimioterapia y radioterapia y, adicionalmente, braquiterapia, que consiste en un tipo de radioterapia interna que permite llegar a zonas específicas del cuerpo que la radioterapia simple no logra alcanzar.
Radioterapia y quimioterapia
En el 89% de las pacientes que son diagnosticadas con cáncer cervicouterino la radioterapia juega el papel principal en el tratamiento, mientras que la quimioterapia aumenta entre un 10 y un 15% la probabilidad de curación.
“Damos de manera conjunta la radiación que se da durante 25 sesiones diarias, de lunes a viernes descansando sábado y domingo con el fin de que los tejidos sanos se vayan reparando un poco y que tengan menor toxicidad, mientras que la quimioterapia en general se da una vez a la semana. Al final de todo este tratamiento de cinco semanas sigue la braquiterapia, que es la radiación dentro de la cavidad vaginal para que llegue al cérvix y a los parametrios, con lo que se da una dosis mayor de radioterapia para lograr el control tumoral.
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“La braquiterapia ya no se acompaña de quimioterapia y puede ser aplicada cada tercer día, aplicándose dependiendo de qué tanta frecuencia se necesita para hacer desde dos hasta cinco sesiones”, declaró la encargada de la Clínica de Radioterapia de Tumores Urológicos, Piel y Partes Blandas del centro Oncológico del ISSEMyM, Gabriela Sebastián Barajas.
En conjunto, la quimioterapia y la radioterapia tienen un alto poder curativo, con lo cual las pacientes diagnosticadas con cáncer cervicouterino pueden vencer esa enfermedad.
Vacuna contra VPH
Los especialistas comentaron que el cáncer cervicouterino es causado por una infección prolongada provocada por ciertos tipos del virus del papiloma humano (VPH), virus del que los hombres son portadores silenciosos.
Al ser cuestionados sobre la eficiencia de la vacuna contra el VPH, particularmente en las niñas, los especialistas afirmaron que incluso las mujeres adultas con una vida sexual activa pueden vacunarse, como acción complementaria de la prevención del cáncer cervicouterino.
“Lo ideal es que las vacunas se apliquen antes de iniciar la actividad sexual, pero efectivamente, se recomienda también en la población adulta debido a que existen muchos tipos, y a lo mejor el 6 y el 11, que son los más conocidos, son los que la mayoría de la población tenga, pero no sabemos si exista un 45 o un 33 que nos pueda generar el desarrollo del virus en un cáncer.
“Esa es la racional del por qué sí se pudiera justificar otorgar tratamientos con vacunación a los adultos, claro que disminuye la eficacia en caso de que se tenga un tipo de virus, pero no es cero, se pueden generar los anticuerpos y se enfocaría, no a no tener el virus, sino a que no se desarrolle el cáncer”, declaró el subdirector médico del Centro Oncológico Estatal ISSEMyM.
Ambos especialistas en radiooncología coincidieron en que la prevención es la clave para la detección oportuna del cáncer cervicouterino y de mama, a través del papanicolaou, de las mastografías y exploraciones físicas, respectivamente.