Aún cuando la tasa de trabajo infantil en el Estado de México es menor a la registrada en la media nacional (11.5), se estima que el 9.8% de los niñas, niños y adolescentes mexiquenses trabajan en actividades permitidas y no permitidas en el sector agropecuario, servicios, comercio, la construcción y la industria manufacturera, extractiva, de electricidad, gas y agua, entre otras.
Lo anterior según los datos de la Encuesta Nacional de Trabajo Infantil (ENTI) durante el cuarto trimestre 2019 del INEGI, dada a conocer este 7 de diciembre.
En el periodo del censo, se estimó que un 4.8% de la población infantil de entre 5 y 17 años en la entidad mexiquense tenían una ocupación no permitida, es decir, actividades económicas no permitidas por la ley o que ponen en riesgo la salud o afectan el desarrollo físico y/o mental de los menores. En tanto el 5% restante lo hacía en actividades permitidas.
La ENTI reveló que hasta un 5.7% de la población infantil de entre 5 y 17 años realizan quehaceres domésticos en condiciones no permitidas, dedicando entre 14 y 28 horas semanales a dichas labores,
Dicha encuesta especifica que los quehaceres domésticos en condiciones no adecuadas son las actividades dedicadas a la producción de bienes y servicios para el consumo de los miembros del hogar sin remuneración que afectan la salud o integridad física de quienes las realizan, es decir, se llevan a cabo en condiciones peligrosas o en horarios prolongados.
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Panorama nacional
En México y hasta el 2019 la población infantil de 5 a 17 años fue de 28.5 millones, de los cuales el 3.3 millones, es decir el 11.5%, realizaron trabajo infantil. De estos el 61.1% eran hombres y 38.9% mujeres.
Según estadísticas de la ENTI del año pasado, la tasa de trabajo infantil en México fue de 11.5%, del cual el 6.2% realizó solo alguna ocupación no permitida, 4.4% solo se dedicó a realizar quehaceres domésticos en condiciones no adecuadas y 0.9% alternó ambas formas de trabajo.
Respecto a la ocupación no permitida, el 29.2% de las niñas, niños y adolescentes mexicanos trabajaron en el sector agropecuario en 2019; el 25.0 en servicios; el 22.8 en comercios; el 5.2% en la construcción; el 13.1% en la industria manufacturera, extractiva, electricidad, gas y agua y el 4.7% no lo especificó.
La ENTI especifica que hasta un 43.4% de niñas, niños y adolescentes tuvieron jornadas de trabajo reducidas de hasta 14 horas semanales y el 19% trabajaron de 15 a 28 horas semanales, no obstante, un 29.1% laboró jornadas de trabajo de más de 36 horas semanales.
El año pasado, un 27.1% de la ocupación no permitida no recibió ingresos por su trabajo, mientras que el 45.7% percibió como máximo un salario mínimo; seguido de un 19% que apenas recibió de entre uno y dos salarios mínimos.
Del total de niños trabajadores en México, el 27.2% manifestó hacerlo por gusto o con intenciones de ayudar con los gastos de su hogar; el 19.1% lo hizo para pagar sus estudios o sus propios gastos; el 15.8% porque su hogar necesitaba su trabajo y el 13.3% porque en su hogar se necesitaban los ingresos de su empleo.
Finalmente, el 12.6% de los niños encuestados trabajaron para aprender un oficio y el 12.0 con la intención de pagar deudas, porque no estudiaban o por alguna otra razón no especificada.
Respecto a la distribución porcentual de la población en ocupación no permitida por consecuencia para el hogar, en 2019 el 25.1% de los niños trabajadores refirieron no tener consecuencias si dejaran de trabajar, mientras que el 22.3% aseguró que en su hogar se tendría que destinar un presupuesto para cubrir sus gastos.
Además, el 23.1% indicó que si dejara de trabajar los ingresos en su vivienda se verían afectados; el 10.6% que tendrían que contratar a alguien más; el 9.6% que la carga de trabajo sería mucho más pesada para los demás; el 7.7% mencionó que habría otras consecuencias sin especificar cuáles y el 1.6% no se especificó.