En el Estado de México, la cosecha de agua de lluvia es factible ante la variabilidad y cambio climático, sin embargo, este tipo de sistemas no han sido una prioridad para autoridades, señaló el profesor investigador del Instituto Interamericano de Tecnología y Ciencias del Agua (IITCA) de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), Carlos Díaz Delgado.
La semana anterior, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) informó que debido a la irregularidad de las lluvias, las presas del Sistema Cutzamala se encuentran a un 75% de su capacidad, lo cual prendió los focos de alerta, por lo cual redujo en un metro cúbico por segundo el caudal que envía a municipios mexiquenses y la Ciudad de México.
En este contexto, el también coordinador de la Red de Agua del Estado de México consideró que la captación de agua pluvial es una alternativa viable.
No obstante, lamentó que este tipo de proyectos no reciban la atención necesaria.
“No se le ha atendido, ni se ha dado prioridad a este tipo de sistemas por parte de las autoridades”, señaló.
Aclaró que desde la máxima casa de estudios mexiquense existe disposición para trabajar en este sentido y resolver los problemas de abasto del vital líquido ante emergencias como la citada anteriormente.
No es la primera ocasión, apuntó, que disminuye el suministro del Sistema Cutzamala, ya sea por cuestiones naturales o de mantenimiento.
En entrevista para El Sol de Toluca aclaró que el cambio y variación climática son dos conceptos diferentes, pues la segunda siempre ha existido, pero con el paso del tiempo ha habido un impacto de los gases de efecto invernadero.
Explicó que la cantidad de agua en el planeta es la misma desde su conformación, pero ahora somos más usuarios, además de presentarse un variabilidad en la calidad del agua y una vez extraída no regresa en su estado original.
“Eso es lo que hace que no tengamos disponibilidad del agua en cantidad y calidad para los usos que requerimos y se requiere de inversión, técnicamente y tecnológicamente, todo es posible a un costo cada vez mayor”, indicó.
Advirtió que al extraerse el recurso hídrico desde una mayor profundidad, aumenta el costo por cada metro cúbico de agua.
COSECHA
A lo largo de la historia del ser humano, la captación de agua pluvial siempre ha existido. Actualmente se labora en la mejora de la tecnología que permite condensarla.
Díaz Delgado refirió que en la zona metropolitana del valle de Toluca, la cual se integra por 16 municipios, se registran problemas en el acuífero, por consiguiente la inversión es mayor para extraer el vital líquido.
Sin embargo, posee una amplia oportunidad de aprovechamiento del agua pluvial.
Aclaró que no sería viable para un uso potable, sino para el riego de jardines u otras actividades.
“Estamos en una zona en donde tenemos aproximadamente mil milímetros de agua de lluvia por año, esto nos favorece para proyectos de agua de lluvia, sí es factible”.
El profesor-investigador comentó que este tipo de sistemas se pueden desarrollar en las viviendas, así como en el sector industrial.
PROYECTOS
El Instituto Interamericano de Tecnología y Ciencias del Agua actualmente labora con la Fundación Gonzalo Río Arronte en el diseño de un programa nacional para inversiones en cosecha de agua de lluvia, enfocado a las zonas más marginadas del país.
“La Fundación tiene el programa desde hace mucho tiempo y lo ha desarrollado a nivel nacional, nos solicita colaborar en la formación”, puntualizó.
También trabaja en la investigación sobre cambio y variabilidad climática, sequías, inundaciones, incendios forestales, sistemas de tratamiento y gestión integral de recursos hídricos.
Ante ese panorama, Díaz Delgado dijo que es momento de transitar a una gestión integral de recursos hídricos en busca de un mejor uso de las fuentes de abastecimiento para dotar de este recurso a la sociedad presente y futura.
De acuerdo con el actual Plan Estatal de Desarrollo, la entidad cuenta con nueve acuíferos, de ellos seis presentan problemas de sobreexplotación y la totalidad están en situación de veda.
Además uno de los mayores retos se relaciona con la disponibilidad de agua, pues en 2018 la cantidad disponible de agua natural era de 350 metros cúbicos por habitante al año, menor al promedio nacional.
