/ viernes 10 de junio de 2022

En San Mateo Atenco se acostumbran a inundarse durante la temporada de lluvias

La lluvia de la noche del jueves dejó varias calle anegadas y decenas de vecinos de esta localidad tuvieron que sortear las anegaciones para llegar a sus destinos

Por horas y durante la noche, personas permanecen en los andadores del cruce de Paseo Tollocan con la calle Benito Juárez que lleva a la cabecera de San Mateo Atenco. Por horas aguardan, porque el agua que brota de las coladeras no baja.

"Inundarse aquí es por ley'", dice una mujer ya molesta por la espera y por las ropas mojadas, pues la fuerte tormenta que se registró la tarde del jueves dejó estragos sobre todo en esa parte del Valle de Toluca.

A salvo

Encima de las bases que sostienen los postes del C5, unos botes de concreto que apenas al mediodía servían para apartar cajones de taxi, ahora le sirven a un obrero que intenta llegar seco a su casa. Pero la contienda es imposible.

A unos metros de él está sumergido entre las aguas negras, la obra inconclusa de un cárcamo. "Se supone que eso (el cárcamo), es para que no se inunde", reprocha otro trabajador que quedó varado en el cruce.

Hay una joven montada sobre un poste, que se quita los zapatos e intenta cruzar un tramo de Tollocan y luego decirte y vuelve a montarse al poste. Se aferra y se sacude los zapatos.

También un checador de micros que usó dos botes de concreto como patas para aislarse del agua, hace lo propio. Sacude sus pies y casi es en vano secarse porque no ha dejado de llover agua sucia. Esa agua puerca que nadie quiere tocar.

Por tandeo

Y la entrada a San Mateo está restringida como si fuera el acceso a una zona minada o hacia tierra radioactiva.

Las patrullas llegan por tandeo. Llega la del oficial Miguel Angel. En la batea solo deben caber 10 personas. El resto esperan la siguiente ronda.

"Hasta que no haya gente que pida servicio", dice el oficial Miguel Ángel. Y eso saca aplausos de los obreros y el resto de personas que esperan en la banqueta de Paseo Tollocan.

Las patrullas avanzan unas cuadras hasta zona alta y seca. De ahí los que bajan de la batea usan los taxis para llegar a los barrios de Santiaguito, al de Guadalupe y San Gaspar.

En el paradero no tarda en llegar don Braulio, quien usa su diablito para cobrar unos pesos y pasar a las personas que quedaron atrapadas en la zona donde no pasa el transporte comunitario de las patrullas.

"Siempre le hacen así, te pasan hasta cargando", dice una trabajadora que va hasta Santiago Tianguistenco.

Mala noche

De regreso a ese paradero de Tollocan la calle Benito Juárez, el tamalero del triciclo ha tenido una mala noche. Pocos clientes se detienen a comprar en la desesperación de alcanzar espacio en la batea de una patrulla.

Pero el tamalero aguarda con calma a que pase lo más malo de la noche. También se quedó atorado y es imposible pasar con el triciclo.

En la próxima temporada de lluvias, el acceso a San Mateo Atenco volverá a inundarse unas cuantas veces más.

De acuerdo con información del ayuntamiento del municipio, el cárcamo que se construye debería quedar concluido antes de la temporada fuerte de lluvias.

La obra considera también dos tragatormentas instaladas sobre la calle Benito Juárez.

Más estragos

En la zona norte de Toluca también se registraron estragos con la tormenta que azotó el Valle de Toluca.

De acuerdo con información de Protección Civil municipal, la zona más afectada fue el conjunto urbano Real de San Pablo, donde el agua subió cerca de 30 centímetros.

Otras zonas afectadas fueron San Gaspar Tlahuelilpan en Metepec y algunas zonas de Zinacantepec.


Por horas y durante la noche, personas permanecen en los andadores del cruce de Paseo Tollocan con la calle Benito Juárez que lleva a la cabecera de San Mateo Atenco. Por horas aguardan, porque el agua que brota de las coladeras no baja.

"Inundarse aquí es por ley'", dice una mujer ya molesta por la espera y por las ropas mojadas, pues la fuerte tormenta que se registró la tarde del jueves dejó estragos sobre todo en esa parte del Valle de Toluca.

A salvo

Encima de las bases que sostienen los postes del C5, unos botes de concreto que apenas al mediodía servían para apartar cajones de taxi, ahora le sirven a un obrero que intenta llegar seco a su casa. Pero la contienda es imposible.

A unos metros de él está sumergido entre las aguas negras, la obra inconclusa de un cárcamo. "Se supone que eso (el cárcamo), es para que no se inunde", reprocha otro trabajador que quedó varado en el cruce.

Hay una joven montada sobre un poste, que se quita los zapatos e intenta cruzar un tramo de Tollocan y luego decirte y vuelve a montarse al poste. Se aferra y se sacude los zapatos.

También un checador de micros que usó dos botes de concreto como patas para aislarse del agua, hace lo propio. Sacude sus pies y casi es en vano secarse porque no ha dejado de llover agua sucia. Esa agua puerca que nadie quiere tocar.

Por tandeo

Y la entrada a San Mateo está restringida como si fuera el acceso a una zona minada o hacia tierra radioactiva.

Las patrullas llegan por tandeo. Llega la del oficial Miguel Angel. En la batea solo deben caber 10 personas. El resto esperan la siguiente ronda.

"Hasta que no haya gente que pida servicio", dice el oficial Miguel Ángel. Y eso saca aplausos de los obreros y el resto de personas que esperan en la banqueta de Paseo Tollocan.

Las patrullas avanzan unas cuadras hasta zona alta y seca. De ahí los que bajan de la batea usan los taxis para llegar a los barrios de Santiaguito, al de Guadalupe y San Gaspar.

En el paradero no tarda en llegar don Braulio, quien usa su diablito para cobrar unos pesos y pasar a las personas que quedaron atrapadas en la zona donde no pasa el transporte comunitario de las patrullas.

"Siempre le hacen así, te pasan hasta cargando", dice una trabajadora que va hasta Santiago Tianguistenco.

Mala noche

De regreso a ese paradero de Tollocan la calle Benito Juárez, el tamalero del triciclo ha tenido una mala noche. Pocos clientes se detienen a comprar en la desesperación de alcanzar espacio en la batea de una patrulla.

Pero el tamalero aguarda con calma a que pase lo más malo de la noche. También se quedó atorado y es imposible pasar con el triciclo.

En la próxima temporada de lluvias, el acceso a San Mateo Atenco volverá a inundarse unas cuantas veces más.

De acuerdo con información del ayuntamiento del municipio, el cárcamo que se construye debería quedar concluido antes de la temporada fuerte de lluvias.

La obra considera también dos tragatormentas instaladas sobre la calle Benito Juárez.

Más estragos

En la zona norte de Toluca también se registraron estragos con la tormenta que azotó el Valle de Toluca.

De acuerdo con información de Protección Civil municipal, la zona más afectada fue el conjunto urbano Real de San Pablo, donde el agua subió cerca de 30 centímetros.

Otras zonas afectadas fueron San Gaspar Tlahuelilpan en Metepec y algunas zonas de Zinacantepec.


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