Guadalajara, México.- La pandemia de Enfermedad Renal Crónica (ERC) amenaza con derrumbar al sector salud en todo el país, pues hoy día el presupuesto no soporta los gastos de los pacientes, pese a que sólo dos de cada diez personas con este mal, reciben su tratamiento. Aunque se carece de un registro real, se estima que uno de cada 10 mexicanos presenta algún grado de la enfermedad y hoy día hay casi 160 mil personas cuya vida depende de una diálisis o hemodiálisis.
Al respecto Karina Ronoirte López, nefróloga y director médico de servicios de Pisa Farmaceutica, una de las empresas dedicadas a auxiliar a las diversas instituciones de salud para atender a pacientes renales, afirmó que de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Enfermedad Renal Crónica (ERC) es ya considerada como una pandemia, al igual que el VIH-SIDA o la misma influenza, ante la propagación que ha tenido el mal.
En una exposición llevada a cabo en las instalaciones de esta industria encargada de suministrar 2 mil 600 de tratamientos diarios, la especialista expuso que según cálculos en el mundo, el 10 por ciento de la población padece de ERC y lamentablemente sólo dos millones tiene acceso a servicios de salud para atender su enfermedad.
Explicó que la Enfermedad Renal Crónica (ERC) es la pérdida de la función de los riñones, cuya principal función en el cuerpo humano es eliminar los desechos y el exceso de agua en el cuerpo, es decir actúa como un filtro. Las principales causas de este mal, dijo son la diabetes e hipertensión.
Este mal, detalló se clasifica en grado 1 y 2, y aunque es incipiente y asintomática, el funcionamiento de los riñones es por arriba del 60 por ciento, pero ya con alguna alteración en anatomía o calidad de la orina. En grado 3, indicó el funcionamiento de los riñones es de entre 59 y 30 por ciento, por lo que ya se presentan síntomas como hinchazón, síntomas gastrointestinales y serán evidentes las alteraciones en exámenes de laboratorio.
En el grado 4, refirió Renoirte López, el funcionamiento de los riñones es de entre 29 y 15 por ciento y ya se denomina prediálisis, es similar al grado 3 pero más acentuado y finalmente el grado 5 cuyo funcionamiento del riñón es por debajo del 15 por ciento y por tanto, es indispensable iniciar diálisis, hemodiálisis y trasplante renal.
Lamentablemente en México, expresó la nefróloga, no existe un registro real de la enfermedad renal, sin embargo, se estima que uno de cada 10 mexicanos presenta algún grado del padecimiento. Lo cierto, añadió, es que actualmente existen aproximadamente 160 mil personas con grado 5 de la enfermedad renal, por lo que su vida depende de una diálisis o trasplante renal, lo que representa un gran gasto para las instituciones de salud.
Al paso que avanza la enfermedad, se piensa que en el año 2025 de 160 mil pacientes pase a 212 mil y por lo mismo no habría ninguna institución de salud que aguantará atender a todos los pacientes con este mal.
El panorama para las instituciones de salud, comentó la nefróloga, se agrava, tomando en cuenta que hoy día tan sólo dos de cada 10 pacientes recibe su tratamiento y las ocho restantes están desprotegidas, “ya hay una propuesta para que la enfermedad renal sea atendida por el Seguro Popular, sin embargo, no se ha incluido el padecimiento por lo costoso”, añadió la especialista.
De hecho, informó que si las instituciones de salud optaran por atender a todos los enfermos renales, tendrían que quitarle presupuestos a otras tres enfermedades que actualmente también presentan y preocupan al sector, tales como el cáncer.
Recalcó que esta enfermedad está relacionada con la diabetes e hipertensión, y si a eso se le suma que México es el primer lugar en obesidad infantil y segundo en adultos, las posibilidades de un mayor número de casos, están latentes, y si en estos momentos, las instituciones de salud no pueden atender la demanda, en años más será más complicado.
Y es que, dio a conocer que si un paciente no es atendido por algún instituto de salud, tiene que gastar de su bolsa, al menos 45 mil pesos mensuales, lo que resulta realmente imposible para muchas familias.
“Nosotros contamos con 16 clínicas de atención en todo el país, además con la ayuda de diferentes fundaciones se presta la atención y se le ayuda a los institutos de salud, sin embargo, esto no es suficiente y la enfermedad se sale de las manos”, aseveró.
Finalmente, aseguró que para solucionar este problemática no existe una solución mágica, sin embargo, tienen que contribuir no sólo las instituciones de salud con la prevención de la enfermedad sino también los ciudadanos que tienen que modificar sus estilos de vida, y también, los mismos laboratorios, “una persona con un estudio de laboratorio que no cuesta más de 150 pesos, puede conocer si sus riñones están bien o hay que hacer algo”, finiquitó.
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