Toluca, México.- La mayoría parlamentaria de Morena le permitirá controlar al Ejecutivo estatal en rubros de seguridad pública, política social, financieros y de fiscalización.
Con sus aliados del PT y Encuentro Social (ES) podría definir los gastos de las distintas dependencias y ser el contrapeso legislativo, que ha faltado en el Estado de México, sin embargo, el reto será ser una oposición responsable que dé prioridad a los intereses de los ciudadanos mexiquenses, indican especialistas.
Dicha mayoría legislativa operará a partir del 5 de septiembre de este año, cuando inicia la próxima Legislatura local.
El exconsejero electoral, Juan Carlos Villarreal, y el politólogo, Aldo Muñoz, advirtieron que la nueva Legislatura tendrá la posibilidad de hacer reformas constitucionales, aún sin el aval del Ejecutivo.
Además podrá instrumentar ajustes al gasto estatal, así como auditorías a nómina, compras y adquisiciones, entre otras.
El actuar de dicha mayoría, advirtieron, también será fundamental para el futuro político de Morena, pues deberán demostrar que son una oposición que sabe gobernar y llegar a acuerdos para posicionarse rumbo al 2023, en busca de la gubernatura mexiquense.
Juan Carlos Villarreal, también director del Centro de Planeación Estratégica y Prospectiva Política (Ceplan), advirtió que el panorama será un gobierno dividido, donde el titular del Ejecutivo no tendrá mayoría y su bancada en el Congreso local será reducida, con pocas posibilidades de construir alianzas legislativas.
“Es la primera vez en la historia del Estado de México, donde el Ejecutivo no solo no tiene mayoría en la Cámara, sino que es francamente opositora, al punto que le pueden hacer una reforma constitucional sin su participación”, explicó.
El primer saldo del nuevo Congreso será una mayoría constitucional que no es del partido en el poder. El segundo, dijo, es que el gobernador deberá hacer uso de sus mejores dotes para negociar recursos en los ámbitos estatal y federal.
“Lo deseable en el sistema de partidos es que esas mayorías se comporten razonablemente, y logren consensos que permitan al gobierno llevar a cabo su plan de desarrollo.
“El Poder Legislativo no había sido contrapeso, siempre el PRI se hacía del control de la Cámara, pero hoy la oposición puede controlar al Ejecutivo con su mayoría en el Congreso y en los ayuntamientos”, señaló.
Villarreal apuntó que la prueba casi inmediata de la nueva mayoría legislativa será la discusión y aprobación del presupuesto.
“El tono y el color de este conflicto se va a conocer pronto, uno de los puntos será aprobar el presupuesto y las políticas públicas”, indicó.
Consideró que no será una Legislatura de revancha, pero sí con investigaciones, más fiscalización, con el reto de posicionarse rumbo a la gubernatura y demostrar que tienen capacidad de gobernar.
GASTO SOCIAL
A su vez, el politólogo Aldo Muñoz advirtió que muchas veces el gasto social está orientada a las zonas de mayor rentabilidad electoral, por lo cual las y los diputados de Morena deberán definir hacia dónde irá el gasto y se prevé que podrían hacer revisiones a la nómina, a plazas, transferencias, y compras entre otros rubros.
“Los morenistas van a tener que aprobar el presupuesto y van a tener que definir, con el equipo del gobernador, la política del gasto social, es un tema sensible e importante para el futuro político del nuevo partido dominante; otro aspecto es el tamaño de la nómina del gobierno, las transferencias que se realizan.
“Otro tema son las prioridades en materia de seguridad, cuánto le das y si es suficiente o insuficiente y si debe ser redirigido. Ahí se verá si Morena tiene como prioridad una política de seguridad pensando en la violencia del crimen organizado y en la violencia común”, puntualizó.
Otro tema delicado, comentó, será la transparencia gubernamental.
“El gobierno deberá ser muy transparente en el manejo de recursos, en plazas de gobierno, en las compras”, afirmó.