Llegó a la Catedral a los 16 años de edad sólo con la habilidad de tocar la flauta en la secundaria, pero sus deseos de superación y la ayuda de Dios, llevaron a Esteban Contreras Olivares a convertirse en la voz de la Catedral de Toluca.
“Cuando termina la misa, ha habido fieles que van hasta donde estoy y me dan las gracias porque los animó y les alegró el corazón con las alabanzas. Vaya me agradecen porque aseguran que las misas son muy diferentes”, refirió Esteban, organista y cantor de la Catedral que compartió con El Sol de Toluca su historia de vida.
Contreras Olivares platicó que su gusto por la música comenzó desde la secundaria donde comenzó a tocar la flauta, después la bandolina y la guitarra. De hecho, antes de los 16 años participó en el coro de la iglesia de San Pablo Autopan.
“Una vez que terminé la secundaria, vine a pedir trabajo aquí en la Catedral donde llegue a finales del año de 1984 y ahí el padre que me dio trabajo como sacristán me comenzó a enseñar a tocar el órgano”, declaró.
Fue en ese momento, refirió, cuando inició su gusto por la música sacra y más tarde con la invitación de monseñor Miguel Guilles Vázquez, le entró de lleno a su preparación musical a cargo del maestro Gerardo Urban.
“Me adentre en esto y estuve casi cinco años en la Escuela de Música Sacra, pero luego por causas familiares ya no le seguí”, añadió Esteban Contreras.
Ya con sus conocimientos, mencionó, comenzaron las misas y con ello la oportunidad de mostrar sus enseñanzas en la Catedral de Toluca.
“En aquel entonces eran dos misas diarias, tres los sábados y los domingos ocho celebraciones, las que tenía a mi cargo”, agregó.
Indicó que si bien ya no fue a la escuela, nunca dejó de prepararse y en sus ratos libres con permiso de los sacerdotes, se ponía a ensayar en este recinto religioso.
“La melodía que más llena es Pescador de Hombres, esa alabanza me entusiasma y me llena de energía para seguir. Es una canción que la siento en el alma”, expresó casi con lágrimas en los ojos.
Su habilidad, dijo Esteban Contreras, también la ha llevado hasta su hogar, donde en cualquier reunión o fiesta, le piden que cante alguna canción popular o hasta alabanzas.
Asimismo, dio a conocer que debido a su papel en las celebraciones eucarísticas, tiene que cuidar mucho su voz y por lo mismo, debe andar bien cubierto de la garganta, sobre todo en época de frío.
“Ya llevo casi 36 años siendo la voz de Catedral y le agradezco mucho a Dios que me siga ayudando a cantar con el corazón. Es decir no es cantar por cantar, sino tengo que hacerlo con el corazón al igual que los sacerdotes o el mismo obispo y arzobispo, se tiene que sentir por dentro”, finalizó.
