Toluca, México.- Los ocho meses de prueba que definió la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), previo a que se aperture el servicio de transporte en e Tren Interurbano México-Toluca, resulta excesivo, coincidieron especialistas de la Universidad Autónoma del Estado de Mexico (UAEM).
Edgar Alfonso Benítez Velázquez, arquitecto y especialista en movilidad de la facultad de Arquitectura de la UAEM, explicó que el tiempo idóneo no rebasa los dos meses, y que los ocho meses obedece más a los atrasos que ha tenido el proyecto.
“Suena más a un asunto de atrasos, y requieren de tiempo para concluir en su totalidad la obra civil y el resto de la infraestructura que se requiere para poner en operación el tren”, sostuvo el especialista en entrevista telefónica para este diario.
En días pasados el secretario de Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruiz Esparza, dio a conocer que la obra civil quedará concluida en diciembre de este año, sin embargo de acuerdo con la opinión de Benítez Velázquez, dichos trabajos podrían extenderse hasta mediados del 2019 e incluso hasta finales del año.
“La obra civil quizás la puedan concluir, pero todavía se requiere el resto de la infraestructura para la movilidad en las estaciones”, agregó el arquitecto universitario.
También se refirió a que se requiere considerar pruebas para la operatividad de las taquillas, los estacionamientos y rutas alimentadoras del transporte público para el tren.
Al respecto, Susana Bianconi, también arquitecta de la Máxima Casa de Estudios del estado, coincidió con Benítez, al sostener que el tiempo es muy extenso, aunque a su punto de vista si la obra lo requiere para ser más segura, se debe aplicar ese plazo.
“Si con esos meses de prueba el tren es más seguro, claro que se requiere, pero si la obra ya está concluida, me parece que es excesivo”, dijo Bianconi en entrevista telefónica para este diario.
La arquitecta considera que el proyecto elegido para el Tren Interurbano, fue el más caro de todos, por ser elevado, pues se pudo optar por vías a ras de suelo e incluso se pudo considerar un tren subterráneo, como el metro de la Ciudad de México”.
“Se escogió un proyecto muy costoso, por ser elevado, y poco útil, porque no se podrá instalar redes que lo alimenten como en el metro de la Ciudad de México”, advirtió la especialista.
Ambos especialistas coincidieron en que el problema de la movilidad será el principal reto al que se enfrentarán las autoridades federales, estatales y municipales, una vez que se ponga en marcha el servicio.
“Hay que ver también qué responsabilidad tienen los municipios y el gobierno del estado en la obra, porque nadie ha informado cómo coadyuvará en dar movilidad a las personas y vehículos”, resaltó Edgar Alfonso Benítez.
En tanto Susana Bianconi mencionó que la SCT debería realizar pruebas gratuitas con pasajeros por algún lapso para que los usuarios le tomen confianza al tren, previo a que se inaugure.
De acuerdo con los tiempos establecidos por la SCT, en septiembre se comenzará con las pruebas de Zinacantepec hasta Santa Fe, y se comprometió para diciembre culminar con la obra civil en su totalidad.