La negativa de las y los legisladores para aprobar reformas legales relacionadas con la diversidad sexual, la identidad de género o el matrimonio entre personas del mismo sexo, es una muestra de la falta de sensibilidad y de una educación sin estereotipos de género.
Durante el foro Identidad de Género, organizado por la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México, se recordó la deuda histórica que se tiene con este sector pues los derechos humanos aún se conceptualizan desde un punto de vista binario en materia de género.
Integrantes del Colectivo Trans del Estado de México subrayaron que las personas “T”, -travestis, transexuales y transgénero-, de la comunidad LGBTTTIQ son las más discriminadas ya que no tienen acceso siguiera a ejercer su derecho al trabajo.
También enfrentan problemas cuando se trata de recibir atención médica debido a que sus documentos de identidad no concuerdan con su apariencia física, además, no existen médicos especialistas como urólogos y ginecólogos, entre otros, que entiendan y atiendan los problemas de la transexualidad.
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Sufren discriminación, dijeron, al recibir una educación estereotipada en los conceptos binarios del patriarcado, el cual sólo considera al hombre y a la mujer por sus diferencias biológicas pero no por su identificación genérica.
Recordaron los 20 años de lucha para alcanzar una ley que les permita acceder a la identidad de género que les corresponde por su transexualidad pues se les asigna un identidad al nacer y no existe un instrumento legal para cambiar sus documentos.
A pesar de contar con un protocolo del Instituto Nacional Electoral (INE) para poder ejercer su derecho al voto, éste no se aplica por falta de capacitación de los funcionarios de casilla el día de la elección, lo cual se suma a una serie de desigualdades con las cuales han aprendido a sobrevivir.
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El investigador y catedrático de la Universidad Autónoma del Estado de México, Luis Alfonso Guadarrama Rico, afirmó que temas como el matrimonio igualitario y la ley de identidad sexogenérica son de urgente resolución en la entidad. Esa es una parte fundamental del respeto a los derechos humanos y deben ser incorporados en la Constitución local, así como en una serie de leyes secundarias y reglamentos que permitan acabar con desigualdades y discriminación hacia la población LGBT+.
Se pronunció a favor de que los más afectados tengan cada vez más formación, preparación y dominio para elevar su capacidad argumentativa y alcanzar el resultado que esperan.
