Después de agradecer a quienes estuvieron al pendiente de los casi 80 mil peregrinos que viajaron al Tepeyac, el obispo auxiliar de la Arquidiócesis de monseñor Maximino Martínez Miranda, hizo un llamado a los fieles a replicar el amor que recibieron en sus corazones de la Virgen de Guadalupe.
Durante la celebración eucarística realizada en la Basílica de Guadalupe, Maximino Martínez recordó a los presentes que son peregrinos en la vida y por ende, deben aprovechar la visita a la casa de la Madre de Dios para pedir por su consuelo ante las dificultades que vive el país propiciadas por divisiones personales y sociales.
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La autoridad eclesiástica relató que hace muchos años, en un momento complicado y difícil para los habitantes del nuevo mundo, el Señor envió a Santa Maria de Guadalupe para unir, consolar y atender las necesidades de los habitantes de América sin excluir a nadie.
“En la actualidad el mundo pasa por periodo amargo repleto de clamores, guerras, injusticias como violencia y delincuencia, así como carestía, pobreza sufrimiento y hambre; y aunque el horizonte aparezca sombrío con presagios de destrucción, nuestra madre contagia el amor y la fe”, apuntó.
Por tal motivo, resaltó que el llamado es para dejar de lado el egoísmo y hacerse cargo los unos de los otros, ser hermanos sobre todo con aquellos olvidados y descartados por nuestra sociedad por el consumismo y apatía.
“Nuestra madre de Guadalupe está apurada, apresurada y atenta a nuestra solicitud, hoy como ayer, quiere encontrarse con nosotros como un día lo hizo con Juan Diego”, el obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Toluca.
La Virgen de Guadalupe, expresó, acompaña a sus hijos en su camino de pobreza, explotación, acompaña a los migrantes que buscan bienestar al irse rumbo al norte y también a aquellos que son amenazados por un paganismo explotador herido por la predicación de un ateísmo práctico.
El Santo Padre, manifestó, ha pedido que previo a los 500 años de la aparición de la Virgen de Guadalupe que será en el año 2031, los miembros de la iglesia de toda América participen en este camino celebrativo y que lo hagan con amor y espíritu guadalupano, que no permitan que el mensaje se evapore para que la paz del señor habite en sus corazones.
Finalmente agradeció a quienes participaron en esta peregrinación, pero sobre todo a las autoridades incluyendo presidentes municipales de Toluca, Lerma, San Mateo Atenco, Ocoyoacac y a las autoridades de la Ciudad de México, así como corporaciones policíacas y de servicios de emergencia y salud, por el apoyo brindado para que el caminar del contingente guadalupano haya llegado con bien.