Fabricantes de ladrillo del Barrio Caltenco relataron que durante la tarde noche del 7 de septiembre, el Río Chico comenzó a desbordarse debido a las fuertes lluvias razón por la cual decidieron salir de sus casas para ponerse a salvo.
Tras esto, Ismael Jiménez de la Cruz, artesano tabiquero, relató que en pocos minutos el torrente se convirtió en cascadas por lo que las ocho casas que se encuentran en una hondonada quedaron bajo el agua e incluso, algunas que están hechas con adobe, no resistieron.
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A dos semanas de los hechos, el afectado aseguró que ninguna autoridad de los tres niveles de gobierno les ha brindado apoyo por lo que solo han sido socorridos por vecinos y asociaciones civiles quienes les han llevado ropa y despensas para comer.
Le pedimos al gobierno federal y al estatal que nos apoye, que vean todos los daños que tenemos porque perdimos nuestra fuerte de trabajo.
Señaló que aproximadamente unas 30 familias que habitan el Barrio de Caltenco son artesanos tabiqueros los cuales han subsistido mediante la fabricación y venta de tabique rojo; sin embargo, debido a las intensas lluvias, tanto sus casas como sus hornos donde "cocian" los bloques quedaron bajo el aguas.
“Aquí hay ocho casas bajo el agua, mas para adelante también hay afectaciones como de unas 30 familias. El gobierno municipal no ha venido. A lo mejor nuestro presidente no puede o no quiere venir”, externó el damnificado.
Los afectados indicaron que en repetidas ocasiones solicitaron la ayuda del gobierno municipal pero al sitio únicamente se presentó personal de protección Civil los cuales solo tomaron fotos y se retiraron.
Añadieron que antes de que desbordara el río, el ayuntamiento les prometió costales con arena para colocar al borde y contener el agua en caso de un posible desbordamiento, sin embargo tampoco llegó la ayuda.
“Presidente, ¿Dónde estás? ayúdanos, esta es una llamada de auxilio. Legisladores, regidores ¿dónde están?. Nuestros hijos necesitan comer y no tenemos que darle”, dijeron.
Finalmente denunciaron que quienes perdieron sus hogares, al no tener donde quedarse, se quedan bajo los árboles apenas tapados con hule. Temen que las lluvias continúen y su situación empeore.