La avenida Venustiano Carranza a la altura de Paseo Colón se ha convertido en una base improvisada de Alejandro y otros repartidores de comida vía aplicaciones debido a que en este sitio se ubican la mayoría de los negocios que les generan las entradas y servicios del día.
En una de esas paradas improvisadas, se encuentra don Alex, quien lleva solo tres días en este trabajo pero a que su reclutamiento demoró cerca de tres meses "Metí mis papeles en junio y me aceptaron hasta septiembre", explicó.
En la solicitud debió cumplir una serie de requisitos como el saber conducir motocicleta, papeles en regla y estar de acuerdo con la empresa para dar un porcentaje de sus ganancias. Pese a esto la empresa no le ofreció un seguro médico en caso de accidentes.
No te dan seguro, andas así, en caso de perder la mercancía, tú la pagas o si te accidentas, tú solito te curas.
Alejandro supo de la muerte de un repartidor de comida la semana pasada y por eso es que reflexiona sobre los seguros médicos. De alguna manera, la empresa que lo contrató solo le ofrece un trabajo informal puesto que no cuenta con ningún tipo de seguridad social. "En sí yo soy carnicero y es como una chambita extra, para la escuela de mis hijos", declaró.
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De acuerdo con sus cálculos por día hace tres horas de repartición en las cuales realiza unos seis servicios. "Yo que soy nuevo y no tengo experiencia, me hago pocos servicios, por eso al principio lo estoy viendo difícil", cuenta don Alejandro a quien se le puede encontrar a diario en la zona de Venustiano Carranza, a la espera de algún servicio.
Detalló que en el mismo sitio y a cada momento arriban otros repartidores por lo que él solo espera poder conectarse más horas al día para que el número de sus pedidos incremente.
Según el tiempo que estés conectado, es como te van llegando más pedidos.
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