Con la presentación de un protocolo de sanidad, la industria de organización de fiestas espera regresar a sus actividades a la mitad de la fase amarilla del Semáforo Epidemiológico.
La recién constituida Asociación de Eventos Sociales del Estado de México (AESEM), dio a conocer que en estos meses de contingencia sanitaria las pérdidas del sector ascienden a mil 200 millones de pesos.
Así lo señaló el chef César Enrique Gómez, presidente de la AESEM, al dar a conocer que las 50 empresas asociadas han sufrido la pérdida de alrededor de tres mil empleos por las cancelación de más de 90% de los eventos que normalmente se realizan en los meses que ha durado la contingencia sanitaria.
Indicó que con el aval de la epidemióloga Emelith Aurora Hernández y la constancia del Colegio de Médicos Mexiquenses, se elaboró el protocolo que se entregó al área de Regulación Sanitaria de la Secretaría de Salud, el cual incluye estrictas medidas de sanidad.
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Adicionalmente, han sido capacitados los más de 50 agremiados, los cuales pertenecen a sectores como: florerías, ambientes, carpas, wedding planning, mesas de postres, banqueteros.
Acompañado por la secretaria de la AESEM, Karla Espinosa, precisó que los asociados están decididos a invertir para evitar que crezcan los contagios de Covid-19 y proveer a su personal de caretas, mascarillas, guantes y gel antibacterial, así como en una constante desinfección y sanitización de instalaciones, productos y equipo.
Entre las medidas está los aforos que establezca la fase amarilla del Semáforo Epidemiológico; es decir, 50% de la capacidad de los recintos, la reducción del número de personas por mesa y convenir con los contratantes a reducir la distribución de alcohol al 50% para que sea más fácil respetar la sana distancia.
También se aplicará a los empleados la medición de la temperatura y la difusión de síntomas relacionados con el Covid-19, sobre todo los que no son tan comunes, como la diarrea, dolor de cuerpo, vómitos y mareos.
Se contempla controlar los lugares donde tradicionalmente se congrega un mayor número de personas, como la recepción y los sanitarios; además de una duración máxima de cinco horas por evento.
Esperan poder iniciar actividades para trabajar en la organización de los eventos que representan la mayor oportunidad de trabajo para la industria, las fiestas de fin de año.
Recordaron que de octubre a diciembre es la mejor época para la organización de fiestas, tanto de instituciones públicas, empresas y familiares, pero aseguraron que los gastos de las medidas de prevención no serán impactados en los presupuestos, pues están dispuestos a sacrificar ganancias.