La inseguridad en los negocios del giro farmacéutico en el valle de Toluca, particularmente, en lo que corresponde al Centro Histórico de la capital mexiquense, las avenidas Isidro Fabela y Lerdo, así como comunidades aledañas, lamentablemente se ha disparado en los últimos cinco años hasta en un 60 por ciento.
Empresarios del ramo, aseguran que aunado a los atracos también ha ido en aumento los cobros de “derecho de piso”, y la respuesta que, aseguran, les ha dado la autoridad es: “Si no les gusta pueden irse”.
Alfredo Urbano Flores Moreno, presidente de la Federación de Propietarios de Pequeñas Farmacias de la entidad, recordó que fue durante la administración del ex edil de la capital mexiquense, Juan Carlos Núñez Armas cuando se “desbordó dicha problemática”, y muestra de ello, fueron los constantes atracos que en ese momento se registraron en la avenida Isidro Fabela de esta ciudad.
“Ahora estamos peor que hace cinco años, porque lamentablemente los atracos los padecemos a cualquier hora del día, y a estas alturas ya no sabes a qué hora te van a asaltar. Lamentablemente, el hecho de que coloquemos rejas en nuestros establecimientos como lo hicimos inicialmente no nos ayuda mucho en la comercialización o venta de medicamentos”, enfatizó el empresario.
Las rejas, agregó Flores Moreno, inhiben las ventas en cualquier negocio, y lo que le interesa a los propietarios de las farmacias familiares es la atención cercana al cliente, ante la competencia de las grandes cadenas.
No se roban medicamentos
De esta forma, los farmacéuticos señalaron que el robo de medicamentos caros y controlados ya no son una prioridad para los delincuentes, ya que además, se tendrá que tomar en consideración que los pequeños negocios ya no comercializan muchos de éstos, precisamente, por los precios y las fechas de caducidad.
“Los medicamentos caros y controlados dejaron de ser negocio para muchos de nosotros, y es muy difícil que podamos exhibirlos en los anaqueles, por lo que más bien, ya se convirtieron en productos que únicamente poseen las grandes cadenas”, afirmó.
De acuerdo con información de la Unión Nacional de Empresarios de Farmacias (Unefarm), los estados donde se registran el mayor número de delitos a farmacias son: CDMX, Estado de México, Michoacán y Guerrero.
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Lamentablemente, muchos de estos casos ya no se denuncian porque no solamente los empresarios, sino la ciudadanía en general ya perdió la confianza en las autoridades desde hace mucho tiempo.
Alfredo Urbano Flores Moreno, presidente de la Federación de Propietarios de Pequeñas Farmacias de la entidad.