La magia del anime también crea negocios. Lo que empezó como una plática entre amigas para saber qué harían de su vida al salir de la universidad, se ha consolidado como una empresa de venta y distribución de productos asiáticos en el Estado de México.
Shoppu Cat es una empresa especializada en la cultura oriental, impulsada por el anime, concepto bajo el cual se conoce a un estilo de dibujos animados provenientes de Japón. Comenzó como un proyecto que se dedicaría a realizar diseños originales a partir de los dibujos de anime de la cultura asiática.
“Nosotras empezamos como una tienda que vendía stickers, primero vendíamos stickers y libretitas hechas a manos, después, explotamos más nuestra pasión hacia posters, stickers más grandes, libretas, papelería”, explicó Angelica Salas Padilla, emprendedora de Shoppu Cat.
Junto con Itzel Gabriela Mondragón López comenzó esta empresa hace poco más de año y medio, vendiendo productos elaborados, artesanales y en algunas ocasiones importados. Después lograron consolidarse en redes sociales, combinando sus estudios profesionales y la necesidad del anime que se encuentra latente en las personas.
“Uno no se espera a que crezca tanto la marca, siempre uno lo lleva diciendo a ver qué pasa, a ver qué resulta, nosotros desde el principio fue de siempre crecer, esto es nuestra pasión de vida, este es el motivo por el cual me estoy levantando todas las mañanas”, refirió Salas Padilla.
Con la ayuda de las redes sociales han logrado ventas de frontera a frontera en el país, además de contar con las entregas que han hecho a entidades vecinas al Estado de México.
(Que) Sientan de verdad que están en Japón, en Corea, y que aquí su pasión explote muchísimo, por que esa es nuestra pasión ver felices a nuestros clientes.
PRODUCTOS
Ahora ofrecen monederos, plumas, sellos e infinidad de accesorios que hacen referencia a la cultura oriental a través de los dibujos del anime. Han logrado vender y ampliar su variedad para un mercado ávido de un espacio cultural con tales características.
En su empresa también abrieron una sección de productos de comida como el ramen, galletas, dulces y bebidas para consentir a los clientes que les apasiona el modo de vida oriental.
Siempre que ves los animes se antoja que el ramen, toda la comida que sale en los animes, nosotras la traemos al alcance de los fanáticos.
El crecimiento de esta empresa vendedora de cultura asiática ha logrado que también se convierta en tienda distribuidora de productos de emprendedores, quienes comienzan su andar en el camino de la venta de experiencias orientales.
“Combinamos lo que es la pasión, nuestra pasión (la cultura asiática), con la segunda pasión que es la venta”, enfatizó Salas Padilla.
Mercado
Contrario a lo que se pudiera pensar, la cultura del anime cada vez gana más adeptos entre los habitantes del valle de Toluca, convirtiéndose en una subcultura.
“Quizás el hobbie de uno es el hobbie o pasión de alguien más, y aquí en el mercado toluqueño hemos encontrado buena respuesta”, dijo Salas Padilla tras recordar que empezaron los primeros diseños de anime personalizándolos a cómo los compradores lo querían.
Y ahora han ampliando su mercado a personas que van desde los 12 hasta 40 años.
Diversificación
Angélica e Itzel, además de diseñar, producir, vender y distribuir productos de la cultura del anime han incursionado en el mundo de las redes sociales al dar asesorías para aquellos emprendedores que decidieron echar a andar un negocio durante la pandemia de Covid-19.
Con formación profesional en Diseño Gráfico, ofrecen estrategias de ventas a las empresas nacientes conforme a sus marcas, además de la identidad y la gestión de redes sociales, funcionando como consultoría.
“También ayudamos a lo que es la gestión de redes, éste es un extra que nosotros tenemos por qué estudiamos Diseño Gráfico, pero nos especializamos más en el E-commerce, en el marketing digital y el community manager”, explicó Mondragón López.
“Ahorita en la pandemia atacó mucho de que todo fue redes, todo fue Instagram, Facebook, hasta incluso WhatsApp, ventas en marketplace de Facebook, entonces nosotros damos esa asesoría para que no le tengan miedo a lo que son las redes, a vender en línea y puedas crecer”, apuntó.
Ellas consideran que vender en línea es igual de práctico que vender “cara a cara” con el cliente.
Otakus en México
La cultura otaku se ha estigmatizado en México por la forma de vivir de quienes se consideran parte de ésta, ¿pero en qué consiste está práctica cultural?
Por lo general, los otakus son personas "aisladas" que degustan de las historietas (mangas) o animes japoneses, viviendo en un mundo paralelo a la realidad que los rige socialmente. De ahí el rechazo social que se ha estereotipado en el país.
Y es que a pesar de que Alo Nakamori, periodista japonés que fue el primero en utilizar este término, acuñó de manera despectiva esta palabra, su origen es símbolo de respeto entre quienes hacen intercambios de productos de anime, mangas, música y videojuegos.
De acuerdo con el artículo "Softpower Otaku: de Japón a la Ciudad de México", de Karina Juárez Morales, de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH), la palabra otaku “es un término cuyo sentido literal en japonés describe a aquellas personas que están en contacto con el mundo del fandom”. Es decir, aquellas personas que viven en un mundo fantástico, similar o igual al que ven en los animes.
Este término es utilizado por los mismos miembros pertenecientes a esta cultura para referirse entre sí, pues en la traducción al español es como si se hablaran de “usted”, por eso el respeto que se tienen entre miembros.
Siguiendo con el artículo de Juárez Morales, en Japón aparecieron registros de la cultura de los fans de la animación en la década de los años sesenta, debido a que se formaron seguidores en algunas universidades y colegios del país nipón.
En México, esta cultura llegó como una ola de moda cuando se lanzó el videojuego Pokémon Go, a principios de 2015, apropiándose de los espacios públicos como la Alameda Central en la Ciudad de México.
Posteriormente, a las afueras de la estación del metro Hidalgo, en la CDMX, también se dio esta apropiación de espacios públicos con esta práctica cultural, pues durante los fines de semana, un grupo de coleccionistas, a los que también se les considera como parte de la comunidad otaku en México, juegan con cartas de las sagas de YU-GI-OH! y Magic.
