Las apariciones continúan en la ex hacienda de Santa Ana en Tenancingo, por parte de uno de sus primeros propietarios, el oficial José Cotero, así como un “personaje malo” y una niña vestida de blanco.
La leyenda dice que el oficial era una persona bajita, de voz muy chillona y de mal carácter, por lo que debido a conflictos personales o en una batalla lo habrían asesinado.
En la actualidad, en dicha ex hacienda opera el Centro Universitario de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), y quienes laboran ahí desde hace varios años cuentan que el alma de uno de sus primeros dueños –José Cotero- sigue en el lugar e incluso continúa recorriendo su hacienda.
Además de José Cotero, docentes como Rubén Nieto Hernández señalan que también hay quienes han visto la presencia de un “personaje malo” –como le conocen- que le hacía mucho daño a la gente que laboraba en el lugar y a los mismos propietarios.
No hace mucho el responsable de la Seguridad en este Centro Universitario, comentó que su familia tenía una especie de vínculo con el personaje malo que asesinó a mucha gente y José Cotero.
Cabe mencionar que hace varios años el “personaje malo”, fue detenido por la misma gente a la que lastimó, y posteriormente se lo llevaron a las caballerizas, en donde todavía aseguran se le puede ver amarrado.
Por si fuera poco, a la “persona mala” se le atribuyen en la actualidad caídas o situaciones poco explicables que suceden en el lugar como las apariciones.
Aunado a estas leyendas, existe otra que ocurrió en un espacio que se le denomina hotel-escuela, y del cual todavía se utilizan las instalaciones que en el pasado fueron un granero.
En dicho sitio que se modificó durante la administración del ex gobernador, Salvador Sánchez Colín, hay quienes aseguran que aparecía una niña.
Incluso hubo trabajadores que fueron los responsables de pintar el lugar, y en la noche cuando se retiraron a descansar, uno de ellos comenzó a gritar con verdadero terror, porque decía que la niña se lo quería llevar.
Posterior a estos hechos, sus compañeros se acercaron a ayudarlo, pero no paraba de decir que una mujer se lo quería llevar.
Por si fuera poco, uno de los testigos de este hecho aseguró que sujetaron al trabajador, pero había algo sobrenatural que lo detenía.
Dicha situación ocurrió en la madrugada, y unas horas más tarde llegaron elementos de Protección Civil, quienes atendieron al trabajador por toda la impresión que tenía.
A la niña todavía se le podía ver vestida de blanco, pero se llamó a un padre para que rociará agua bendita, y desde ese momento no se ha sabido nada de ella.
