Toluca, México.- El consumo de refrescos y alimentos enlatados directos de su envase es un potencial riesgo para el ser humano para contagiarse de leptospirosis, enfermedad bacteriana que se transmite por animales portadores, principalmente roedores, motivo por el cual es de suma importancia la cultura de la higiene al momento de hacer uso de estos.
De acuerdo con Víctor Manuel Torres Meza, director general del Centro Estatal de Vigilancia Epidemiológica y Control de Enfermedades de la Secretaría de Salud del Estado de México, en la entidad mexiquense no es tan común, sin embargo aquéllas personas que tienen contacto frecuente con animales -veterinarios y agricultores- y con aguas residuales -personal de limpieza-, deben tener especial precaución.
“No es tanto la orina del roedor lo que me hace daño, es la presencia de la bacteria, puede estar en orina, puede estar en agua, pueden ser fluidos corporales de estos animales infectados y que ellos tengan contacto con el ser humano, eso es lo que da básicamente los problemas”, explicó.
Agregó que la leptospira regularmente se encuentra en bodegas en los que se encuentran almacenados alimentos enlatados y refrescos, entre otros, en donde los roedores fácilmente tienen acceso, sin embargo, puntualizó no sólo las ratas pueden transmitir dicha bacteria a través de su orina, pues incluso los perros podrían ser portadores.
“La leptospirosis por nuestra ubicación geográfica no es un problema importante, más bien es del norte del país, pero siempre hay que preguntar en aquéllos que están expuestos a esta circunstancia, tablajeros, veterinarios, gente que está en contacto con animales, ahí es lo importante”.
La leptospirosis se manifiesta con síntomas comunes
Víctor Manuel Torres sostuvo que entre los síntomas frecuentes que puede llegar a presentar una persona con leptospirosis descartan la fiebre, diarrea, escalofríos, dolor de cabeza y músculos, vómito, salpullido, ojos enrojecidos y piel color amarillo.
“Cuando se tiene la sospecha de que el paciente tiene leptospirosis, hay que preguntar si han estado en contacto con animales como chivos, borregos y otros, se les pide análisis para confirmar o descartar que se tenga la leptospira”, añadió.
Una vez que se tiene la confirmación clínica, lo procedente es respetar el tratamiento otorgado por el médico tratante y evitar la automedicación, pues esto lejos de beneficiar podría causar resistencia de la bacteria.
El director general del CEVECE recomendó a tomar en cuenta la higiene de las latas, con el objetivo de evitar ser víctimas de la leptospirosis y de ser posible, verter los alimentos y refrescos en otros contenedores al momento de su consumo.
“La leptospirosis por nuestra ubicación geográfica no es un problema importante, más bien es del norte del país, pero siempre hay que preguntar en aquéllos que están expuestos a esta circunstancia, tablajeros, veterinarios, gente que está en contacto con animales, ahí es lo importante”.