Antes de llegar a situaciones extremas de violencia que incluso conduzcan a feminicidios es necesario que los hombres que la ejercen, busquen apoyo especializado, mediante los cinco Centros de Desarrollo de Masculinidades Positivas de la Secretaría de la Mujer que operan en el Estado de México.
En lo que va de la presente administración estatal se ha brindado atención gratuita a alrededor de 2 mil 082 hombres, lo cual hace un global de 22 mil 292 sesiones, lo mismo en el aspecto psicológico, jurídico que en el rubro de desarrollo social.
De acuerdo con David González Romo, coordinador de los Centros Desarrollo de Masculinidades Positivas, los principales municipios en donde se ha brindado atención, son: Ecatepec Toluca, Valle de Bravo, Ixtlahuaca, Naucalpan, Tecámac, El Oro, Jiquipilco, Atlacomulco, Atizapán y Metepec.
Mientras que los cinco centros de este tipo que operan en la entidad, se encuentran en: Toluca, Naucalpan, Valle de Bravo, Ecatepec e Ixtlahuaca.
Asimismo, pidió tomar en consideración que la erradicación de la violencia es un trabajo constante y de reconstrucción de nuestras ideas, para orientarlas hacia el ejercicio de masculinidades positivas.
“La erradicación de la violencia representa un trabajo constante y de reconstrucción de nuestras ideas para orientarlas hacia las masculinidades positivas, alejadas de toda práctica de violencia”, apuntó.
Explicó que una vez que se presenta un oficio de canalización, se debe asumir una responsabilidad por parte de la persona que asiste a este servicio, con la intención de concluir el proceso y llevar una vida familiar, así como social más armónica.
El proceso como tal, detalló, consiste en 20 sesiones de manera individual, las cuales contemplan: Trabajo social, psicología y tema jurídico. Además de 15 sesiones de reflexión, que se realizan para resignificar aquellas ideas tradicionales que los seres humanos traen consigo para alejarse de la masculinidad hegemónica o tradicional, y así construir relaciones más sanas.
Actualmente, en estos centros se brindan tres tipos de atención: Psicológica, trabajo social y jurídica.
En cuanto a la atención jurídica, González Romo subrayó que se encuentra relacionada con la parte de explicar a los hombres cuáles son las consecuencias legales del ejercicio de una práctica de violencia.
Mientras que en la parte psicológica trabajan en reconstruir aquellas ideas que hacen uso de prácticas de violencia, con el propósito de que las personas involucradas puedan buscar una manera diferente de relacionarse.
Finalmente, el trabajo social se enfoca al apoyo en otras áreas para realizar un análisis del entorno social, y en consecuencia analizar sus posibles cambios.
