Como cada año, miles de peregrinos provenientes del Estado de México y otras entidades del país empiezan a llegar al municipio de Cuautitlán para ver a la virgen de Guadalupe en la Iglesia de El Cerrito donde, según las autoridades eclesiásticas, desde hace 483 años se dieron las apariciones de la Virgen Morena.
Esta parroquia, construida sobre las ruinas de lo que fue la casa de San Juan Diego, quien vivía con su tío Juan Bernardino, es el segundo santuario dedicado a la Virgen de Guadalupe más importante y visitado del país.
Anualmente llegan cien mil peregrinos y lo más tradicional durante estas fechas son las ofrendas con danzas prehispánicas por Calpullis que honran a Tonantzin (la Virgen) y Cuauhtlatoatzin (Juan Diego).
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El templo mariano está ubicado en los límites de Cuautitlán y Cuautitlán Izcalli, lugar a donde llegan muchas de las peregrinaciones de estados del norte del país, antes de dirigirse a la Basílica en la Ciudad de México.
A Juan Diego lo consideran parte de la verdadera identidad mexica, aunque el origen del santo mexicano fue chichimeca. En 1990 fue beatificado y santificado en 2002 por Juan Pablo II.
Jorge Mequitecanzihuatl, Miguel Ángel León, Ana María Campos Villegas, y Viridiana Vieyra, entre otros danzantes caracterizados como antiguos mexicas; explicaron que pretenden recuperar las tradiciones prehispánicas tanto en medicina, filosofía y costumbres.
Como el año pasado el santuario de la casa de Juan Diego estuvo cerrado por pandemia, este año se esperan que miles de fieles lleguen agradecer a la Guadalupana por un año más de vida y las bendiciones recibidas; tradición que continúa de generación en generación.
El párroco de la Iglesia dijo que San Juan Diego y Juan Bernardino fueron los dos videntes de la Virgen de Guadalupe enviada por Dios para intervenir en la curación y sanación de Bernardino a quien le aquejaba la enfermedad de la peste, y aquí les dio el nombre que quería llevar, “la Siempre Virgen María de Guadalupe”.
Arribos
De acuerdo con las autoridades del lugar, el número de visitantes a la iglesia de El Cerrito aumentó el número de católicos desde la canonización del beato indígena.
Como resultado de esto y con el paso del tiempo, feligreses de distintos municipios y estados arriban al lugar mencionado razón por la cual Protección Civil, Bomberos y la policía municipal han implementado operativos así como el cierre de calles en las inmediaciones de la parroquia El Cerrito para auxiliar a los más de cien mil peregrinos que se estima que lleguen.
La calzada Guadalupe, una de las principales vías de acceso a Cuautitlán, fue cerrada al tránsito vehicular, ya que a lo largo de casi un kilómetro se instalaron cientos de puestos ambulantes que ofrecen comida, artesanías y artículos religiosos.
