El coordinador de Morena en el Congreso mexiquense Maurilio Hernández aclaró que su grupo parlamentario no busca prohibir ni la producción, ni la venta de comida considerada como "chatarra", sino regularla; con lo cual los adultos decidirían las cantidades que los menores puedan consumir.
Ante la polémica generada por la iniciativa para prohibir la venta de comida chatarra a los menores de edad y las críticas de que podrían generar afectaciones a negocios, el diputado local dijo que están abiertos a escuchar a todas las partes y a encontrar el punto de equilibrio, pues no quieren afectar a la industria, pero tienen la obligación de velar por la salud de los menores.
"Es una iniciativa que forma parte de nuestra agenda legislativa para este año de actividades legislativas, no necesariamente tendrá que salir en este periodo; vamos abrir la discusión y el trabajo al interior de comisiones con el ejercicio de un parlamento abierto.
"Habremos de escuchar las opiniones de todas las partes, y de manera muy particular a los empresarios, los industriales de este tipo de productos, y desde luego estamos abiertos a que encontremos el punto de equilibrio que nos permita lograr el propósito que en el fondo tiene la iniciativa que es coadyuvar a la salud, preservar la salud".
Refirió que México es el país con el mayor índice de obesidad en niñas y niños y se ha identificado que parte del origen de ese problema es el consumo de productos que aportan muchas calorías y tienen una alta demanda; por lo cual buscan regularlos, pero aclaró que la intención no es prohibirlos.
"No se busca la prohibición ni de la producción de estos productos, ni tampoco de la venta de estos productos; es la regularización de alguna manera para que estos productos puedan ser suministrados de manera sistematizada, controlada, a partir de que sean los adultos quienes adquieran los productos y será responsabilidad de los padres o de los tutores la cantidad que puedan permitir que llegue a sus hijos.
"Nosotros creemos que es un problema de salud sino controlamos adecuadamente las cantidades", explicó y añadió que la industria ahora debe atender el nuevo etiquetado y señalar puntualmente la cantidad de calorías, energía, grasas y azúcares que contiene cada alimento.
La iniciativa, añadió, abre el camino para el debate y la deliberación, a fin de encontrar una respuesta que beneficie a todas las partes, pues no se trata de perjudicar a nadie, pero existe una paradoja, pues se requiere más inversión y trabajo, pero también tienen la obligación de ayudar al cuidado de la salud de la población.
La pandemia, dijo, ha mostrado vulnerabilidad en la población, víctima de ese virus y la relación entre la falta de una nutrición adecuada y el consumo excesivo de productos chatarra que generan obesidad, diabetes e hipertensión.
Todos los actores de la población, apuntó, necesitan responsabilidad pública, encontrar el punto de equilibrio, la forma de coadyuvar y superar ese problema.