La autopsia practicada de la gorila Arila, residente del Parque Ecológico Zacango, demostró macroscópicamente que su deceso se debió a una insuficiencia cardiaca, señaló Ana Sofía Manzur García Maas, directora general de la Comisión Estatal de Parques Naturales y de la Fauna (CEPANAF), quien descartó la posibilidad de la dieta de este ejemplar haya sido la causante.
Sin embargo, aseveró, el informe final los darán a conocer a finales de febrero, cuando los patólogos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) concluya los estudios microscópicos de tejido de los órganos de este primate que fue una de las principales atracciones del Parque Ecológico desde 1986.
Entrevistada en torno a los comentarios de seguidores de las redes sociales en torno a sus sospechas de una posible intoxicación por la ingesta de un pastel con el que los empleados de Zacango festejaron los 36 años de edad de Arila, explicó que éste no elaborado con unas croquetas especiales para primates que formaban parte de su dieta.
“La base de ese pastel estaba hecha de croquetas molidas, que era la misma porción que le tocaba ese día, pero molidas en forma de pastel; los jitomates cherry que estaban encima del pastel son parte de su dieta”.
Explicó que como parte de su vida diaria, Arila, al igual que otros ejemplares, desarrollan ciertas actividades, algunas tienen que ver con mantenerlos activos, otros con el cuidado médico como cuando se le enseñó a dejarse medir la presión arterial y tomarle muestras de sangre para monitorear su estado de salud y, al término de éstas se les brinda una recompensa o premio; es decir, una parte de sus alimentos del día se les proporcionan de esta manera.
Ana Sofía Manzur aseguró que en ningún momento Arila presentó signos de insuficiente cardiaca y confió en que los resultados histopatológicos de las muestras de tejido así lo confirmen.
También descartó que Arila haya sufrido problemas de depresión, pues al contrario, estaba participando en un proyecto de acompañamiento con un animal de compañía para evitar sentimientos de soledad y se estaba adaptando tan bien que los resultados de estos trabajos serán presentados en el mes de abril en Argentina, por lo que a pesar de ya no estar seguirá aportando información que contribuya a la preservación de su especie.
Finalmente, la directora general de CEPANAF dio a conocer que aún no se sabe el destino que tendrán los restos biológicos de Arila, pues deberá esperar a contar con el reporte final de la autopsia para que la Dirección de Vida Silvestre de la SEMARNAT decido qué hacer y recordó que, de acuerdo con la ley, este tipo de ejemplares no son propiedad de los zoológicos o parques que los albergan, sino propiedad de la nación.