Varios padres de familia involucrados en procesos judiciales por separación o proceso de divorcio se reunieron a las afueras de las instalaciones del Poder Judicial del Estado de México para reclamar a los jueces no permitir pasar las fiestas decembrinas con sus menores hijos, debido al impedimento y obstrucción del progenitor custodio.
A las afueras de este edificio de justicia, indicaron que otra vez no volverán a pasar Navidad con sus hijos, debido a que no se facilitan las convivencias en este periodo vacacional con el padre que no tiene la custodia legal, además de que los juzgados familiares dejaron de laborar desde este 21 de diciembre y por lo mismo, se quedarán sin ver a sus hijos.
Al respecto, Pedro Mandujano, presidente de Lazos Protectores de la Familia A.C. Estado de México, explicó que el impedimento y obstrucción parental se ha vuelto un mal social el cual, ya es muy común dentro de muchas familias mexiquenses separadas y en proceso de divorcio, mismo que provoca la separación de muchos niños con sus padres por meses, incluso años, principalmente por el odio desenfrenado que el padre custodio tiene hacia con su ex pareja.
De tal suerte, dijo, que la inobservancia de los ordenamientos constitucionales por parte de los jueces del Estado de México, quienes interponen formalismos procesales antes que el interés superior del menor para dictar medidas de protección eficaces, es prácticamente un vicio muy común.
Y es que detalló que los procesos judiciales son largos y desgastantes para quienes no pueden ver a sus hijos, “como asociación hemos buscado acercamientos con el Presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado de México para poder tratar el tema, pero no ha habido avances”, añadió.
Destacó que los problemas de los adultos (mamá y papá) no tienen porque afectar la vida de sus hijos, y por lo mismo, debe existir y los jueces pugnar por una relación cordial y de respeto con sus ex parejas, sin embargo, no es así.
Ante ello, en nombre de muchos padres que se encuentran en esta condición hizo un llamado al presidente del Poder Judicial del Estado de México, para que magistrados y jueces familiares pongan un mayor interés en los menores.