No hay en otro mercado ni en otro puesto de comida el precio que se ofrece en una comida corrida, como lo es en el local que atiende María Eugenia Martínez, dice orgullosa la cocinera del mercado 16 de Septiembre.
Para comer en el pasillo de la gastronomía solo se desembolsa 28 pesos del presupuesto diario, y es bien servido y quedan bien satisfechos, dice la cocinera.
“La comida corrida está en 28 pesos, el precio lo mantuvimos desde antes de la pandemia”, presume María Eugenia y sonríe detrás de su mostrador, y con las sillas abarrotadas por sus clientes.
Es el local 1, donde abre el pasillo que está instalado en la parte alta del zoco toluqueño, que comparte espacio con los puestos de jugos y las tortilleras.
Aunque el puesto es pequeño, siempre luce lleno y con el listado de precios a un costado del puesto.
“Se sirve sopa o arroz y el guisado”, enlista la cocinera.
Al lado, en el local 2, atiende Matilde Colín y su cocina, quien también en el paso de la pandemia mantuvo sus precios, aunque los insumos y alimentos subieron.
“Mantuvimos el precio, la comida cuesta lo mismo que hace dos años”, asegura Matilde, quien ofrece a 35 pesos la comida corrida.
¡PÁSELE!
Unos metros adelante, doña Georgina Ruíz no se cansa de invitar a los paseantes a que se detengan en su local. Lleva 44 años en el pasillo, desde que tenía 10.
“Mis padres eran comerciantes en el viejo mercado del Cosmovitral y yo sigo aquí”, recuerda doña Gina, la actual dueña del local “Cocina Cárdenas”.
Lo que se debe saber sobre la preparación y venta de alimentos, Gerogina lo sabe, como un mapa que se le dibuja en su memoria, dice.
Por eso comenzó a los 15 años siendo ayudante y luego le traspasaron el actual local, donde sigue preparando comidas corridas.
“En la pandemia yo no cerré”, asegura doña Gina y pareciera que atesora su suerte, porque en el mismo pasillo, otros no han corrido con tal.