Debido a la suspensión de misas por bautizos, bodas, XV y otros, desde el inicio de la pandemia del Covid-19 el pasado mes de marzo, la industria de los salones de fiestas está por colapsar, pues ya no hay rentas cada fin de semana, como las solían tener agendadas.
De acuerdo con Carlos Salazar, propietario de un salón de fiestas en el municipio de Metepec, en 2019 tenía programadas hasta tres rentas de su salón de fiestas por cada fin de semana, mientras que en lo que va de este año éste servicio apenas se otorgó hasta los primeros días de marzo pasado.
“La verdad es que la pandemia sí nos pegó muy fuerte, todavía no estamos autorizados a abrir por aquello de las aglomeraciones y si nos arriesgamos a hacerlo corremos el riesgo de ser suspendidos”, declaró el entrevistado a El Sol de Toluca.
Recientemente fieles católicos aseguraron que no van a emprender misas por matrimonio o XV años debido a las restricciones de fiesta dadas a conocer por autoridades de la Arquidiócesis de Toluca, pues para que éstas celebraciones eucarísticas sean efectivas, los interesados deben de firmar una carta compromiso para evitar realizar fiestas ante la actual emergencia sanitaria.
Esta restricción y la prohibición de reuniones y fiestas masivas son, según Carlos Salazar, los principales factores que impiden la renta de salones de fiestas.
No obstante, la falta de liquidez económica es otro de los impedimentos.
“Seamos realistas, en estos tiempos en los que la gente ha perdido sus empleos o los mantienen pero les disminuyeron sus sueldos, ¿quién querría gastar en hacer una fiesta?, seguramente hay quienes sí lo piensen hacer, pero lo van a hacer hasta el próximo año si bien nos va”, detalló.
Cabe recordar que el pasado 22 de abril se publicó en la Gaceta de Gobierno estatal la prohibición de eventos masivos de cualquier tipo como políticos, religiosos, sociales, entre otros, así como eventos o espectáculos públicos en salones de fiestas y/o jardines para eventos sociales, verbenas, ferias, desfiles, fiestas populares, entre otros, por no ser considerados como actividades esenciales.
“Yo soy de los afortunados que tiene un ingreso independiente al de la renta del salón, éste sólo es un extra, pero aún así se siente el golpe en las finanzas”, reconoció Carlos.
Costos
La renta de un salón de fiestas depende de si se trata de un jardín o un inmueble techado, si se instalarán, música o atracciones diversas en el paquete.
Pese a que Carlos únicamente ofrece el inmueble, que incluye servicio de estacionamiento, baños y un jardín, hay salones que incluyen paquetes completos, como el servicio de comida, meseros, adornos florales, música, entre otros.
De ello depende el costo de la renta del inmueble.
Actualmente hay salones de fiesta que se cotizan hasta en dos mil pesos, mientras que los más caros pueden oscilar hasta en por lo menos 35 mil pesos o un poco más, dependiendo el servicio que se ofrece.