La Auditoría Superior de la Federación (ASF) hizo observaciones por seis millones 654 mil pesos a la obra de construcción del Hospital General de Zona Nuevo de 90 camas en el municipio de Atlacomulco, a cargo del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
De acuerdo con la segunda entrega del informe de la Cuenta Pública 2020, la ASF encontró diferencias entre los montos de inversión modificada y pagada, la no acreditación de las adecuaciones presupuestarias, irregularidades en facturas de adquisición de instrumentación para médicos.
También falta de aplicación de penas convencionales por el incumplimiento del programa de trabajo en un contrato, una devolución indebida, pagos sin la documentación soporte para avalar la ejecución de las partidas, falta de elaboración del finiquito de trabajos.
Otra irregularidad fue la falta del registro en las oficinas de Catastro y Registro Público de la propiedad de los títulos de propiedad del inmueble donde se construye el nosocomio.
La ASF auditó esa obra que se edifica en Atlacomulco y la cual el año pasado contó con una partida presupuestal superior a los 430 millones de pesos para acercar los servicios de salud a derechohabientes de la zona norponiente del Estado de México.
Con ese hospital busca reducir la sobredemanda de servicios de los hospitales ubicados en el Valle de Toluca, mejorar la atención de los servicios de urgencias, hospitalización y consulta externa, proporcionar estudios de gabinete laboratorio y servicios de tratamiento.
El proyecto
Ese proyecto incluye áreas de accesos, vestíbulo principal, estacionamiento, servicio de atención médica, urgencias, cirugía, laboratorio clínico, terapia intensiva, banco de sangre, consulta externa de especialidades, otra de pediatría y gineco obstetricia, hospitalización, servicios de apoyo.
También apoyo administrativo, paramédico, auditorio, archivo clínico, farmacia, nutrición, almacén general, baños, vestidores de personal, comedor y lavandería, entre otros.
La auditoría muestra que en los ejercicios 2018 y 2019 la ASF hizo otras observaciones: hace dos años identificó un monto modificado distinto al pagado, no se obtuvieron de las autoridades los dictámenes, permisos y licencias de construcción, ni estudios y proyectos ejecutivos.
Hubo pagos indebidos para obtener la licencia de construcción, otros en exceso en servicios de obra, inconsistencias en las licitaciones, pagos extemporáneos, y el año pasado hubo una diferencia entre el monto reportado ejercido y el comprobatorio de gasto, falta de contratación del director responsable de obra.
Asimismo, falta de aplicación de penas convencionales, irregularidades en facturas, una adjudicación directa indebida en un contrato de adquisición, pagos indebidos y deficiencias en control y supervisión.
2020
En este año la ASF revisó un contrato de obra pública y cinco de adquisiciones de instrumentación de equipo médico.
La ASF presumió un posible daño al erario por 4.6 millones de pesos por la falta de aplicación de penas convencionales ante el incumplimiento de los plazos de ejecución establecidos en el contrato de obra pública y otra más por dos millones de pesos por pagos en diversos conceptos y la falta de documentación soporte que acredite la ejecución de los trabajos.