Asociaciones civiles ambientales han pedido una mayor vigilancia y seguimiento de parte del sector gubernamental, ante las denuncias hechas por construcciones irregulares en el municipio mismas que se están haciendo de manera irregular por que, presuntamente, carecen de permisos y autorizaciones de impacto ambiental.
Asimismo, denunciaron que la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) está siendo ‘rebasada’ en Valle de Bravo, ante la cantidad de denuncias populares que se han hecho y el poco personal con el que cuenta.
En entrevista con este medio, el Observatorio Ciudadano de la Subcuenca Valle de Bravo-Amanalco aseguró que se han hecho al menos cuatro denuncias populares por presuntas construcciones irregulares en predios particulares que no cumplen con la normatividad ambiental vigente.
Pidiendo que haya más compromiso de parte del sector gubernamental para dar seguimiento y vigilar dichas construcciones denunciadas.
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“No podemos seguir con una impunidad en diferentes leyes y ordenamientos sobre el territorio que tienen que aplicarse y, obviamente, necesitamos que se cumpla, porque si no se cumplen entonces se convierte en un precedente de: si él no presentó permisos, pues yo tampoco, total no hay quien me castigue”, declaró un miembro activo del Observatorio Ciudadano, quien omitió su nombre por cuestiones de seguridad.
De igual manera, exhortaron a los desarrollos inmobiliarios y constructoras a apegarse a la norma ambiental pues, si lo hacen de manera correcta, no tendrán que parar sus proyectos ante las denuncias populares hechas por la ciudadanía.
Denuncias ante la PROFEPA
El Observatorio Ciudadano de la Subcuenca Valle de Bravo-Amanalco y la asociación civil Sé la voz de la Naturaleza, han logrado argumentar cuatro denuncias populares ante la Profepa.
La primera de ellas corresponde a un predio ubicado en el barrio de Tres Puentes, donde se comenzaron a derribar árboles jóvenes y adultos para hacer aperturas de caminos. En esta construcción, se presume que se busca notificar en predios, para después venderlos e incluso en redes sociales se ha visto que se ofrecen terrenos en esta zona.
“Se presentaron denuncias populares ante la Profepa y la Propaem (Procuraduría de Protección al Ambiente del Estado de México) por, precisamente, la remoción de cobertura vegetal o forestal, el daño a la biodiversidad, movimiento de tierra, apertura de caminos”, declaró la fuente entrevistada.
“Y se llevaron a cabo algunas visitas de Profepa y de Propaem. Se pusieron algunos sellos imponiendo medidas de seguridad como la clausura y pues según esto se han iniciado los procedimientos administrativos. Sin embargo, varias de estas personas que estaban llevando a cabo las obras, han estado constantemente removiendo los sellos impuestos por las autoridades”, denunció.
Por lo que, dichos trabajos han ido avanzando, obligando a que la sociedad civil organizada continúe presentando ampliaciones en sus denuncias para que se vuelva a verificar y no se convierta en un caso de impunidad.
Otra obra que han denunciado es en la zona del Capulín, cerca de Avándaro. En ésta, se presume que se está haciendo una presa privada, similar a la colapsada el pasado 3 de septiembre en la comunidad de Los Álamos.
Están haciendo un hoyo muy grande, donde tenemos algunas fotografías de lo que parece ser también una presa privada, pero no hay autorizaciones.
“Lo que hicimos fue solicitar información a las autoridades federales y municipales sobre si había autorizaciones en materia de impacto ambiental o licencias de construcción y ambas autoridades nos contestaron que no”, explicó.
De igual manera, en esta obra investigaron si había alguna autorización en la gaceta ecológica sin encontrar nada claro. Sin embargo, en la búsqueda realizada se encontró que los promotores de esta obra han solicitado la evaluación del impacto ambiental del proyecto, a pesar de que ya se puso en marcha.
Cuando la Profepa fue a hacer una inspección, clausuró la construcción de la barda perimetral del predio sin llegar a la zona dónde se encontraba la supuesta presa, por lo que no han parado de construirla.
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“Nos tiene un poco preocupados, porque, así como sucedió en la otra presa (el 3 de septiembre en Los Álamos), no se tienen los permisos, no sabemos los impactos negativos que esa presa pueda también tener”, externó el miembro del Observatorio Ciudadano entrevistado.
Una denuncia más se hizo por una construcción en la comunidad de San Mateo Acatitlán, donde se presumen los cimientos de una zona urbana, afectando uno de los manantiales que dota de agua a Valle de Bravo: El Crustel. En esta denuncia, se sigue esperando que la autoridad responda.
Por último, en la comunidad de Casas Viejas, al interior de predio en la zona boscosa, vecinos del lugar percibieron actividades de remoción de material forestal con maquinaria pesada, derribando árboles y utilizándolo como tiradero de relleno de material pétreo.
Por lo que también realizaron la denuncia popular correspondiente. En esta ocasión, la Profepa clausuró la obra en tiempo y forma.
