/ domingo 5 de julio de 2020

Prestadores turísticos de Valle de Bravo reabrieron antes de tiempo

Argumenta que está decisión fue por inconsistencias del proyecto para la seguridad alimentaria y recuperación económica del ayuntamiento


Prestadores de servicios turísticos de Valle de Bravo reabrieron actividades de este sector durante la contingencia sanitaria provocada por el Covid-19 debido a una crisis alimenticia, pues su única fuente de empleo se vio afectada con la nula presencia de visitantes en el pueblo mágico.

Esta decisión con falta de sentido sanitario se tomó luego de que el “Proyecto para la Seguridad Alimentaria y Recuperación Económica debido a la Contingencia causada por el Covid-19” del Ayuntamiento de Valle de Bravo fallará en su logística e implementación.

Foto: capturas de pantalla de video promocional

Este plan anunciado el 16 de abril de 2020 por el alcalde Mauricio Osorio Domínguez, tenía como objetivo solucionar algunos de los problemas alimenticios y económicos causados por el Covid-19.

Compuesto por tres fases, las acciones implementadas beneficiarían a las familias más vulnerables del municipio, así como a los operadores de la industria turística y a todas las personas que habían tenido que suspender sus actividades laborales.


Inconsistencias en la aplicación del proyecto alimenticio

En la fase uno del proyecto, se tenía que garantizar el alimento a las familias en situación de vulnerabilidad a través de la elaboración y entrega de 4 mil despensas semanales durante un mes, por el cierre temporal de sus negocios y actividades económicas.

Sin embargo no fue así, pues solo recibieron una despensa al inicio del mes de mayo dejando a la deriva a las familias de los prestadores de servicios turísticos durante las tres semanas restantes del mismo mes.

Foto: capturas de pantalla de video promocional

Creo que fue en mayo cuando me dieron la despensa, fue la primera y última despensa que me dieron, jamás me volvieron a mencionar ni tampoco a mi patrón” comentó Saulo Pérez, trabajador del sector turístico dedicado a los recorridos en cuatrimoto y raizer.

Solamente nos dieron una vez, esa única vez que nos dieron fue el viernes 8 de mayo y fue la única vez que recibimos despensas” dijo Mauricio Ramírez, empleado del sector gastronómico en el pueblo mágico.

De acuerdo con un vídeo informativo difundido por el Ayuntamiento de Valle de Bravo, las despensas estaban preparadas para el consumo de una familia de cinco personas: dos adultos y tres niños.

El costo comercial de los productos que la integraban era de $689.58 pesos y alimentaría a la familia por una semana. Teniendo que recibir cuatro despensas por familia durante todo el mes de mayo. Sin embargo, no fue así.

Llegando allá también nos dijeron que la despensa era para un mes pero a dentro de la despensa venía un menú, pero los productos solo eran para una semana, para tres comidas al día, y no nos duró el mes” explicó Mauricio Ramírez.

La despensa venía como para una semana, porque no eran ni tan poquito ni tanto como para sobrevivir una semana” confirmó Saulo Pérez.

Incluso, el Ayuntamiento vallesano invitó a participar a asociaciones civiles con donativos, los cuales serían canalizados a través del Sistema Municipal DIF quién les generaría un recibo deducible de impuestos.

Estos tenían que comprobar la entrega de las despensas por medio de las credenciales de elector de los beneficiados así como con fotografías del reparto, por ello si los prestadores de servicios turísticos no la presentaban, simplemente no se les daba.

Legaron trabajadoras al restaurante donde trabajo y nos iban anunciando que iban dar apoyos por parte del Ayuntamiento. Nos pidieron nuestros nombres completos, dirección, colonia, un número telefónico y nos preguntaron que cuantas personas estaban en nuestra casa, nuestra familia. Luego, nos citaron lejos de Valle, exactamente en Acatitlán, nos pidieron una copia de nuestra credencial de elector, y pues sino llevábamos una copia no nos podían dar nuestra despensa” aseguró el trabajador del sector gastronómico Mauricio Ramírez.

De acuerdo con los entrevistados, los apoyos también fueron sorteados entre los empleados de sus respectivos trabajos, pues no a todos los compañeros les dieron una despensa como a la que ellos fueron acreedores.

Por todo lo anterior descrito, los prestadores de servicios turísticos tuvieron que sortear a la suerte reabriendo sus establecimientos antes de los tiempos sanitarios establecidos.

Trabajando y con lo poco que va saliendo del restaurante, no es mucho porque están bajas las ventas, pero de ahí nos logramos mantener” platicó Mauricio Ramírez.

Incluso otros, como Saulo Pérez reinventaron sus actividades, que si bien no les garantizaba un sueldo como el que percibían en sus comercios turísticos, les permitió comer después de que la despensa se les acabó.

Para sacar, para la papa, hemos estado haciendo los mandaditos a una farmacia, la Santa Juanita, nada más se comunican conmigo y yo voy en la moto a repartir los pedidos” explicó.

De esta forma, la logística o implementación de esta estrategia no resultó conforme se plasmó y anunció en el proyecto, y por ellos los comercios en Valle de Bravo no cerraron en esta contingencia sanitaria que aún no ha terminado.


Prestadores de servicios turísticos de Valle de Bravo reabrieron actividades de este sector durante la contingencia sanitaria provocada por el Covid-19 debido a una crisis alimenticia, pues su única fuente de empleo se vio afectada con la nula presencia de visitantes en el pueblo mágico.

Esta decisión con falta de sentido sanitario se tomó luego de que el “Proyecto para la Seguridad Alimentaria y Recuperación Económica debido a la Contingencia causada por el Covid-19” del Ayuntamiento de Valle de Bravo fallará en su logística e implementación.

Foto: capturas de pantalla de video promocional

Este plan anunciado el 16 de abril de 2020 por el alcalde Mauricio Osorio Domínguez, tenía como objetivo solucionar algunos de los problemas alimenticios y económicos causados por el Covid-19.

Compuesto por tres fases, las acciones implementadas beneficiarían a las familias más vulnerables del municipio, así como a los operadores de la industria turística y a todas las personas que habían tenido que suspender sus actividades laborales.


Inconsistencias en la aplicación del proyecto alimenticio

En la fase uno del proyecto, se tenía que garantizar el alimento a las familias en situación de vulnerabilidad a través de la elaboración y entrega de 4 mil despensas semanales durante un mes, por el cierre temporal de sus negocios y actividades económicas.

Sin embargo no fue así, pues solo recibieron una despensa al inicio del mes de mayo dejando a la deriva a las familias de los prestadores de servicios turísticos durante las tres semanas restantes del mismo mes.

Foto: capturas de pantalla de video promocional

Creo que fue en mayo cuando me dieron la despensa, fue la primera y última despensa que me dieron, jamás me volvieron a mencionar ni tampoco a mi patrón” comentó Saulo Pérez, trabajador del sector turístico dedicado a los recorridos en cuatrimoto y raizer.

Solamente nos dieron una vez, esa única vez que nos dieron fue el viernes 8 de mayo y fue la única vez que recibimos despensas” dijo Mauricio Ramírez, empleado del sector gastronómico en el pueblo mágico.

De acuerdo con un vídeo informativo difundido por el Ayuntamiento de Valle de Bravo, las despensas estaban preparadas para el consumo de una familia de cinco personas: dos adultos y tres niños.

El costo comercial de los productos que la integraban era de $689.58 pesos y alimentaría a la familia por una semana. Teniendo que recibir cuatro despensas por familia durante todo el mes de mayo. Sin embargo, no fue así.

Llegando allá también nos dijeron que la despensa era para un mes pero a dentro de la despensa venía un menú, pero los productos solo eran para una semana, para tres comidas al día, y no nos duró el mes” explicó Mauricio Ramírez.

La despensa venía como para una semana, porque no eran ni tan poquito ni tanto como para sobrevivir una semana” confirmó Saulo Pérez.

Incluso, el Ayuntamiento vallesano invitó a participar a asociaciones civiles con donativos, los cuales serían canalizados a través del Sistema Municipal DIF quién les generaría un recibo deducible de impuestos.

Estos tenían que comprobar la entrega de las despensas por medio de las credenciales de elector de los beneficiados así como con fotografías del reparto, por ello si los prestadores de servicios turísticos no la presentaban, simplemente no se les daba.

Legaron trabajadoras al restaurante donde trabajo y nos iban anunciando que iban dar apoyos por parte del Ayuntamiento. Nos pidieron nuestros nombres completos, dirección, colonia, un número telefónico y nos preguntaron que cuantas personas estaban en nuestra casa, nuestra familia. Luego, nos citaron lejos de Valle, exactamente en Acatitlán, nos pidieron una copia de nuestra credencial de elector, y pues sino llevábamos una copia no nos podían dar nuestra despensa” aseguró el trabajador del sector gastronómico Mauricio Ramírez.

De acuerdo con los entrevistados, los apoyos también fueron sorteados entre los empleados de sus respectivos trabajos, pues no a todos los compañeros les dieron una despensa como a la que ellos fueron acreedores.

Por todo lo anterior descrito, los prestadores de servicios turísticos tuvieron que sortear a la suerte reabriendo sus establecimientos antes de los tiempos sanitarios establecidos.

Trabajando y con lo poco que va saliendo del restaurante, no es mucho porque están bajas las ventas, pero de ahí nos logramos mantener” platicó Mauricio Ramírez.

Incluso otros, como Saulo Pérez reinventaron sus actividades, que si bien no les garantizaba un sueldo como el que percibían en sus comercios turísticos, les permitió comer después de que la despensa se les acabó.

Para sacar, para la papa, hemos estado haciendo los mandaditos a una farmacia, la Santa Juanita, nada más se comunican conmigo y yo voy en la moto a repartir los pedidos” explicó.

De esta forma, la logística o implementación de esta estrategia no resultó conforme se plasmó y anunció en el proyecto, y por ellos los comercios en Valle de Bravo no cerraron en esta contingencia sanitaria que aún no ha terminado.

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