Históricamente, la sociedad occidental ha generado y perpetuado un sistema patriarcal, mediante el cual se legitima al hombre en una posición de superioridad sobre la mujer.
Al participar en la mesa tres del V Congreso Internacional web de “Micromachismos”, organizado por la Escuela de Humanidades y Educación del Tecnológico de Monterrey, campus Toluca, en coordinación con las Universidades de Sevilla y Sapienza de Roma, Sergio Nava Lara, quien cuenta con más de 10 años de experiencia como profesor a nivel superior, indicó que el patriarcado moderno en México se encuentra basado en un contrato social.
Durante su ponencia: “Micromachismos en la educación pública de México. La voz desde dentro”, el profesor del Tecnológico de Monterrey aseveró que en este patrón predomina un desigual reparto de poderes y espacios sociales, siendo el privado para la mujer, y el público para el hombre.
“En nuestro país existe un reparto de poderes y espacios, dependiendo del sexo, y de ahí del género. Con este esquema se genera violencia estructural, lo cual se entiende como aquellos valores interiorizados que son transmitidos de generación en generación y que se reproducen a partir de mecanismos sociales y culturales”, expresó.
Advirtió que lo peligroso de la violencia estructural, es que no se encuentra acompañada de daño físico, y por ende tiende a ser negada.
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Violencias invisibilizadas
También Nava Lara señaló que las violencias invisibilizadas en contra de las mujeres, representan la antesala de otro tipo de actos que se encuentran difuminados en la práctica cotidiana, aspecto que se traduce en lo que se ha denominado “micromachismos”.
El especialista lamentó que con este tipo de actitudes (violencia estructural) se llegue a impedir que las mujeres asciendan a puestos de alto nivel, lo cual se denomina: “techos de cristal”.
Aseguró que el sistema educativo en México no se encuentra exento de este fenómeno, porque, aunque se trata de un sector en el que predominan las mujeres, la realidad es que en los puestos directivos la presencia de los hombres es mucho mayor.
“Las mujeres en nuestro país, deben hacer frente a un número mayor de barreras en el mercado de trabajo, principalmente, cuando se trata de puestos de mayor responsabilidad, aspecto que se traduce de manera clara y evidente”, externó.
Frase:
En México es evidente la desproporción que se tiene en los cargos directivos que ocupan las mujeres, con respecto a los hombres. Por ello, se requieren más estudios que documenten las experiencias en puestos de liderazgo.
Sergio Nava Lara, maestro en Ciencias Sociales, aplicadas a estudios regionales.
