La plancha de la Alameda Cuauhtémoc fue el escenario para una protesta poco usual, con bailes, pancartas, aplausos y chasquidos, la comunidad de la diversidad sexual y la que practica vogue, se manifestaron en contra de la discriminación y el acoso.
Previo al baile, el posicionamiento: “Este espacio pertenece a la comunidad, a cualquiera que desee ocuparlo porque es un espacio público y no es posible que nos estén acosando cuando tenemos más de tres años mis hermanas y hermanes a bailar justamente a este lugar”.
El martes 19 de marzo, integrantes de Kiki House Of Prisma bailaban en el parque Alameda Cuauhtémoc, como martes, cuando un ciudadano les agredió física y verbalmente al considerarlos inapropiados para un parque, e incluso llamó a la policía.
Los elementos, al llegar, les amenazaron con detenerles por alteración del orden y no tener un permiso municipal para utilizar el parque como estudio de baile.
“Es la primera que nos pasa algo así, hubo hasta golpes con el señor que nos denunció porque no le parecía lo que estábamos haciendo. Somos conscientes de que puede pasar algo así porque la homofobia y transfobia por parte de la gente heteronormada, sigue vigente”, señaló Prisma.
Por estos hechos, incluso levantaron una queja ante la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México con la intención de que la capacitación en materia de derechos humanos y perspectiva de género y diversidad sea una realidad para los elementos de las policías municipales.
El baile es resistencia
Prisma detalló que el vogue no es un baile de placer, es de resistencia y lucha para utilizar los espacios públicos como cualquier persona.
“Merecemos visibilizarnos, explorar nuestra creatividad, porque la sociedad nos reprime, nos dice maricas, jotos, putos, de muchas maneras y no nos permiten expresarnos libremente, ser quienes somos”.
Así que este sábado en el centro de Toluca hicieron uso de sus cuerpos y movimientos para protestar, para gritarle al mundo que existen porque resisten. Resisten al odio, a las agresiones, a la falta de capacitación, a la segregación, a la discriminación y a los crímenes de odio.
Así que la música sonó, los chasquidos, los gritos y los aplausos resonaron en el lugar donde quienes bailan con Kiki House Of Prisma fueron violentades por bailar.
Pasarela y baile, dijeron, la verdadera resistencia lésbico-gay-trans-intersexual.