Tanto en los grandes centros urbanos como en las comunidades rurales, la movilidad ciudadana en el Estado de México parece alcanzar los niveles de la normalidad previa a la pandemia por Covid-19, con el consecuente incremento de casos.
El Semáforo Epidemiológica de la Secretaría de Salud federal coloca al territorio mexiquense en color naranja con alerta por el alto riesgo de contagios que se han registrado en las últimas semanas, donde la movilidad ha alcanzado niveles equiparables a los días previos a la pandemia.
Esto significa que la entidad está en alerta y que de seguir creciendo los contagios del virus SARS-CoV2 se podría regresar al color rojo del Semáforo, con restricciones de movilidad como sucede actualmente en el municipio de Ecatepec, donde se corre el riesgo de saturar los hospitales.
Pareciera que a los mexiquenses se les ha olvidado que la “nueva normalidad” significa la posibilidad de realizar actividades prioritarias sin las restricciones del aislamiento social, pero con medidas de prevención y sin volcarse a las calles como si el peligro ya hubiera pasado.
Los centros de trabajo son los primeros en registrar una asistencia casi al 100%, pues los empleadores sólo mantienen haciendo trabajo en casa a los trabajadores con características de vulnerabilidad; es decir, por edad o por enfermedades crónico degenerativas consideradas causas de comorbilidad al virus SARS-CoV2.
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Otros sitios que se han visto rebasados, a partir del Buen Fin, son las plazas y centros comerciales, en donde los empleados de las tiendas no pueden contener el aforo del 30% recomendado para esta nueva etapa, aunque sí exigen el uso de cubrebocas, el cual resulta insuficiente para evitar el contagio de Covid-19.
Incluso, el pasado fin de semana las plazas comerciales donde se ubica una tienda dedicada a la venta de aparatos de electrónica, como juegos de video y pantallas, registró incidentes que concluyeron en discusiones y gritos, por la suspensión de la venta de liquidación.
Lo más grave se ha registrado en el rubro del entretenimiento, pues las personas anteponen la diversión a su salud al convivir en ambientes saturados y has con aglomeraciones, sin ventilación y hasta prescindiendo del cubrebocas.
Restaurantes, bares, los llamados centros cheleros y otros giros comerciales con venta de bebidas alcohólicas, donde la gente se olvida de la sana distancia para bailar y brindar, han sido clausurados por las autoridades sanitarias en diversos municipios del territorio mexiquense.
Igualmente, la ansiedad por celebrar los XV años o el matrimonio de los hijos y hermanos ha hecho a las personas organizar fiestas multitudinarias, hasta cerrando calles para que la diversión sea mayor o para un mayor número de invitados, las cuales han tenido que ser disueltas por las policías municipal y estatal.
Es necesario recordar a la población que en el Estado de México se han confirmado 119 mil 071 casos y 16 mil 303 defunciones por Covid-19, gracias a análisis de laboratorio.
Sin embargo, 64 mil 686 casos se mantienen como sospechosos, pues no hubo oportunidad de confirmar el diagnóstico con las pruebas necesarias.