Naucalpan, México.- En nuestro país el abuso de poder se da principalmente en contra de grupos de población vulnerables. Como muestra de esto, el 25. 3 por ciento de los estudiantes universitarios, principalmente mujeres, reportan haber sufrido agresiones por parte de sus compañeros o profesores, de acuerdo a la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) 2016.
La doctora Patricia Valladares de la Cruz, académica de la FES Iztacala, durante la conferencia magistral “Violencia y acoso sexual en la UNAM”, destacó la importancia de abordar este tipo de fenómenos en distintas visiones que ayuden a entender la complejidad del problema entre los universitarios.
.jpg "puente (2).jpg")
Vivimos en una alteración del Estado de Derecho, donde la ola de asesinatos y desapariciones perjudica principalmente a la población joven, además, la sociedad limita los espacios dolientes, esto es, se niega a mirar y mostrar empatía con el dolor de las víctimas y sus familias.
Explica que uno de los problemas en México es el abuso de poder que se produce contra grupos de población vulnerables como son las mujeres, personas indígenas, con discapacidad, con preferencias sexuales diferentes, etcétera, mismos que caen en este escenario debido a las condiciones que se les imponen.
La ponente se refirió al origen del odio y situó sus causas dentro de las emociones más primitivas: miedo, enojo y protección del territorio. La violencia es la consumación del odio, puntualizó
De igual forma, la especialista destacó que un docente puede ser muy capaz en la enseñanza, pero que también puede ejercer acoso hacia las estudiantes.
Valladares de la Cruz alertó a los estudiantes presentes en esta plática: “Ustedes están en una situación de vulnerabilidad como jóvenes, pero están en la universidad, que es un espacio privilegiado para repensar el mundo”.
Estudiantes mujeres de la FES Acatlán y Cuautitlán, reclaman mayor orden y transparencia en lo que respecta a protocolos para denunciar conductas de acoso y hostigamiento sexual. Aunque las manifestaciones de hostigamiento crecen, las instituciones de educación superior van lentas en responder con acciones a estos hechos, dijeron.
