Arnold Schwartzenegger, exgobernador de California, Estados Unidos y actor principal de la película apocalíptica Terminator, presentó e impulsó el 2 de julio, la “Iniciativa Schwartzenegguer” en Viena, para combatir el calentamiento global y la consecuente destrucción del planeta Tierra, por la explotación no sustentable de sus recursos y la necedad de gobiernos y empresas que en su producción generan bióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero.
Además del ex Terminator, ex gobernador y ex campeón fisicoculturista, en días anteriores al evento, dos de las empresas petroleras mas importantes del mundo, Exxon y Shell, instruyeron a sus consejos de administración, para incursionar en la generación de energías limpias y contribuir a la reducción de emisiones de bióxido de carbono, de acuerdo a los acuerdos firmados ante la ONU por las naciones, siguiendo la ruta que con anterioridademprendieron Saudi Aramco, Total, Chevron, ENI, Repsol, Equinor, YFP y BP, entre otras, acelerando sus planes para incursionar en las energías renovables.
Así, mientras las petroleras internacionales modifican sus estrategias a favor del mundo, PEMEX, compra la refinería de Deer Park, en Texas, para ayudar a Shell a deshacerse de ella, aunque el problema venga con nosotros.
A 3 meses de la COP26 en el Reino Unido, evento coloquialmente llamado, “cumbre mundial de medio ambiente”, las acciones para mitigar las consecuencias del calentamiento global, la pandemia y la crisis económica provocada por las estrategias sanitarias de control, se integran intentando sacar soluciones armonizadas que atiendan los 3 problemas.
México, no es la excepción, antes de la pandemia ya teníamos problemas con la política energética del país y los compromisos adquiridos para descarbonizar la economía desde 2016, a cumplirse en 2024, 2030 y 2050, procurando que la generación de energía eléctrica sea con energía solar o eólica, impulsando el uso de vehículos eléctricos, y migrando al uso de energías limpias en la producción de las empresas.
El ex Terminator habló de la fe que debemos tener, en que podemos detener el calentamiento global e iniciar el camino para tener un mundo saludable, con seres humanos sanos, física, mental y espiritualmente, donde las organizaciones públicas, privadas y sociales, estén comprometidas para sanar el planeta y cuidar la vida de animales y plantas que aquí compartimos el espacio.
No seguir la ruta trazada globalmente para mitigar el calentamiento, implicará a los mexicanos un retraso en la ruta temporal de recuperación mundial. Nuestra tecnología seguirá enfocada en procesos no sustentables, nuestra industria migrará de manera más lenta a combustibles no fósiles, mientras otros países menos desarrollados avanzaron en la sustentabilidad y cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible ODS, y la herencia para los nuevos gobiernos implicará un mayor gasto económico, sufrimiento en el proceso de adaptación, encarecimiento del conocimiento y la tecnologías para detener el daño y empobrecimiento de la gente.
México ya pasó por esto en el pasado, nos retrasamos en el desarrollo, por la tardía aplicación de políticas públicas, acordes al momento de desarrollo mundial, el modelo económico de sustitución de importaciones retraso el desarrollo industrial y las áreas donde tuvimos avance fueron reprimidas, por los intereses comerciales de otros países que son potencia y nos querían pobres y agachones. No cometamos el mismo error, hacerlo tendrá consecuencias globales.
