/ domingo 18 de julio de 2021

Ser madre y joven en tiempos de Covid-19

Frida no solo debe cuidarse de contagiarse, sino también a su familia, lo cual implica una responsabilidad compartida

La primera vez que Frida Ortega pensó tener contacto con el virus SARS-CoV-2, fue el día que sus dos pequeños presentaron fiebre y debió llevarlos de emergencia al centro de salud; sin embargo las doctoras le dijeron que se relajara, que por fortuna eran negativos al contagio y su temperatura pasaría.

De aquella ocasión ahora, los protocolos internos en la mesa, en la sala, en el baño, no se relaja. "Uno ya vive con el virus", dice Frida.

Es una madre que no rebasa los 25 años. Por un lado, es de los adultos propensos al contagio, pero rezagados y puestos en la última parte de la fila para inmunización; por el otro, pertenece a la generación que hacen fiestas y les despreocupa la vacuna.

"Mi esposo y yo no estamos vacunados y no sabemos cuándo nos toca. Anuncian mucho en la tele de más contagios de Covid-19 y que ahora los niños también se pueden contagiar", comenta Frida.

Se refiere a la variante Delta, identificada por los especialistas en salud como la forma del virus del Covid-19 que ataca a menores de edad.


UNA JORNADA

Hace unos días los dos pequeños de Frida culminaron el ciclo escolar, el mayor concluyó segundo de primaria y el menor salió del preescolar.

Eso detonó en que se vuelvan más inquietos y quieran salir. La familia ha planeado una visita a la casa de una hermana y quedarse por unos días.

"Estamos ahorita con mi hermana y allí llegaron otros hermanos y al fin ya somos en la casa más de diez", dice.

La reunión familiar es por un festejo, pero ha pensado en regresar a su casa por el miedo de un contagio masivo.

"No es fácil estar entre familia, porque no puedes controlar a los niños", asegura Frida.

Además, ahora que ambos pequeños salieron a vacaciones, Frida retomó su trabajo en la agencia de limpieza en la que labora junto a su hermana mayor.

Sin embargo dejar solos a sus hijos implica riesgos. "Los tengo que estar vigilando para que no se salgan y más sin cubrebocas", indica la madre.

Por el momento improvisó su kit sanitizante en casa de su hermana: unas botellas de gel, las mascarillas y es todo. Porque en la casa de su hermana es imposible seguir sus protocolos sanitarios.

"Aún no me toca vacunarme, ya me inscribí ahora que anunciaron a los mayores de 18 ya se pueden dar de alta" explica la joven.

En el país, su historia es similar a a otras tantas en millones, en un país donde seguir los protocolos al pie, aún no es hábito.

La primera vez que Frida Ortega pensó tener contacto con el virus SARS-CoV-2, fue el día que sus dos pequeños presentaron fiebre y debió llevarlos de emergencia al centro de salud; sin embargo las doctoras le dijeron que se relajara, que por fortuna eran negativos al contagio y su temperatura pasaría.

De aquella ocasión ahora, los protocolos internos en la mesa, en la sala, en el baño, no se relaja. "Uno ya vive con el virus", dice Frida.

Es una madre que no rebasa los 25 años. Por un lado, es de los adultos propensos al contagio, pero rezagados y puestos en la última parte de la fila para inmunización; por el otro, pertenece a la generación que hacen fiestas y les despreocupa la vacuna.

"Mi esposo y yo no estamos vacunados y no sabemos cuándo nos toca. Anuncian mucho en la tele de más contagios de Covid-19 y que ahora los niños también se pueden contagiar", comenta Frida.

Se refiere a la variante Delta, identificada por los especialistas en salud como la forma del virus del Covid-19 que ataca a menores de edad.


UNA JORNADA

Hace unos días los dos pequeños de Frida culminaron el ciclo escolar, el mayor concluyó segundo de primaria y el menor salió del preescolar.

Eso detonó en que se vuelvan más inquietos y quieran salir. La familia ha planeado una visita a la casa de una hermana y quedarse por unos días.

"Estamos ahorita con mi hermana y allí llegaron otros hermanos y al fin ya somos en la casa más de diez", dice.

La reunión familiar es por un festejo, pero ha pensado en regresar a su casa por el miedo de un contagio masivo.

"No es fácil estar entre familia, porque no puedes controlar a los niños", asegura Frida.

Además, ahora que ambos pequeños salieron a vacaciones, Frida retomó su trabajo en la agencia de limpieza en la que labora junto a su hermana mayor.

Sin embargo dejar solos a sus hijos implica riesgos. "Los tengo que estar vigilando para que no se salgan y más sin cubrebocas", indica la madre.

Por el momento improvisó su kit sanitizante en casa de su hermana: unas botellas de gel, las mascarillas y es todo. Porque en la casa de su hermana es imposible seguir sus protocolos sanitarios.

"Aún no me toca vacunarme, ya me inscribí ahora que anunciaron a los mayores de 18 ya se pueden dar de alta" explica la joven.

En el país, su historia es similar a a otras tantas en millones, en un país donde seguir los protocolos al pie, aún no es hábito.

Local

El mirador de la Laguna de Zumpango, un proyecto turístico fallido

Fue construido por la Sedatu ante la desecación del cuerpo de agua

Local

Rescatan a persona en el Nevado de Toluca

Los servicios de emergencia tuvieron que aplicar un operativo especial para rescatarlo del paraje llamado el Pico del Águila

Policiaca

Accidente vial en Tlalnepantla; reportan al menos 8 heridos

Los servicios de emergencia atendieron a varios estudiantes procedentes de Monterrey

Local

Juan Zepeda pide licencia al Senado para ser candidato

La licencia fue solicitada con efectos a partir del 24 de abril para reincorporarse el día 3 de junio

Local

Casas de día para los adultos mayores del DIFEM: servicios y horarios

En estos lugares ofrecen diversas actividades, además, se organizan viajes, sobre todo a playas, entre otras cosas

New Articles

Secretaría de Seguridad del Edomex advierte de falsa llamada de su titular

Andrés Andrade presentará una denuncia por intentar usurpar su identidad