El titular del Órgano Interno de Control (OIC) de la Universidad Autónoma del estado de México (UAEM), Victorino Barrios Dávalos, llamó a revisar el funcionamiento del Comité Coordinador del Sistema Anticorrupción, donde solo existe un integrante ciudadano y alertó que el sistema está hecho para seguir haciendo lo mismo, por lo cual hay que cambiar las cosas.
Al participar en el Foro “Retos y Avances del Sistema Anticorrupción”, el también ex contralor del Poder Legislativo mexiquense hizo varias propuestas de ajustes, entre ellas: que las faltas donde haya daño económico no prescriban, definir muy bien las faltas graves, porque el acoso y hostigamiento son delitos, no faltas administrativas, pero están en la Ley de Responsabilidades.
También planteó que los contralores municipales no deben ser nombrados por la o el presidente municipal en turno, clarificar las facultades de las autoridades investigadoras, sustanciadoras y calificadoras y certificar que todos los municipios cuenten con personal con el perfil requerido para esos cargos, pero también con vocación, e integridad.
Tras señalar que todo servidor debe acostumbrarse a rendir cuentas, advirtió que hay quienes actúan con petulancia en el cargo y dan pena; por lo cual pidió a quienes llegarán en el mes de enero a los ayuntamientos no actuar así, pues el poder, señaló, a "los inteligentes los ataranta y a los tarugos los enloquece".
Victorino Barrios destacó que mientras en 2015 nació el Sistema Nacional Anticorrupción, en 2017 surgió en el Estado de México con dos nuevas leyes; la del Sistema Anticorrupción y la de Responsabilidades y reformas a cinco ordenamientos. Con eso, todos los entes debieron modificar la forma de investigar, tramitar y sancionar las faltas administrativas, aunque hay casos como el contralor del Tribunal de Justicia Administrativa, quien no tiene un año y aún no tiene funciones.
Sobre el Comité Coordinador del sistema anticorrupción, el cual puede emitir exhortos, señaló que cuenta con siete integrantes, pero solo hay un ciudadano, al igual que en los municipales, con tres miembros; por lo cual pidió revisarlo, pues no puede funcionar así.
“Con un poco de lógica se puede ver que el sistema está hecho en mucho para seguir haciendo lo mismo, pero hay que cambiar las cosas”, exhortó.
En el tema de los contralores municipales opinó que mientras sigan siendo nombrados a propuesta de la o el presidente municipal no serán imparciales, y destacó que en otras entidades como Morelos lo nombra la primera minoría, el síndico lo hace en Chiapas y en Michoacán no informa al alcalde, sino a la Auditoría Superior estatal.
Enfatizó que las faltas donde exista daño económico no deben prescribir porque hay quienes se van a Estado Unidos mientras dejan de tener efecto, pidió certificar a los municipios para conocer cuántos tienen como autoridades investigadoras, sustanciadoras y calificadoras a quienes no son abogados y no conocen de derecho.
De manera general llamó a buscar un Estado de México más pulcro, íntegro, donde los 326 mil millones de pesos de presupuesto para el siguiente año tengan otro tipo de explicación y advirtió que el dinero no es de los funcionarios, pues si lo fuera no pagarían altas cuentas en los restaurantes. “Con su dinero no lo harían, ¿por qué tiene que emborrachar la ciudadanía a sus funcionarios? Debemos apurarnos y definir bien qué tipo de estado queremos”, señaló.
Barrios pidió a quienes manejan recursos que no se salgan por la tangente, pues lo que la ley no lo prohíbe, lo debe evitar la decencia y la responsabilidad.
Durante las participaciones, el comisionado presidente del Instituto de Transparencia y Acceso a la Información Pública del Estado de México y Municipios (Infoem) José Martínez Vilchis admitió que las siete sillas hacen muy lento al comité coordinador del Sistema Anticorrupción.
Admitió que el sistema está hecho para que no avance pronto, pues hay otros modelos que investigan y sancionan, mientras las instancias complejas están hechas para que no funcionen rápido y el de México es un modelo de ese tipo, por lo cual debe haber cambios, pero se requiere voluntad política con un modelo institucional más corto y eficiente.
