El presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado de México, Ricardo Sodi Cuéllar afirmó que al interior de esa institución los salarios de los altos mandos no se han incrementado, pero tampoco han disminuido porque, de acuerdo con la propia Constitución, son irreductibles, como una garantía de imparcialidad judicial.
Opinó que bajarlos a ultranza fomenta la corrupción y un Poder Judicial de primer nivel debe estar bien pagado.
“Que jueces capaces, preparados, formados tengan un nivel de ingreso razonable y tengan también un proyecto de vida, de lo contrario vamos a tener jueces malos o corruptos. Bajar los sueldos a ultranza fomenta la corrupción, de verdad la fomenta; cuando hay un buen proyecto de vida la gente cuida su trabajo”, aseguró.
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También se manifestó por aplicar la racionalidad en el gasto, pero no por una austeridad a todo trance que pueda derivar en el desmantelamiento de estructuras de gobierno y admitió que los poderes judiciales han permanecido bajo un alud de opacidad, por lo cual él busca mayor transparencia, comunicar mejor y hacer frente a las críticas para corregir lo que no está bien.
Durante su intervención en el taller sobre “Cómo obtener y utilizar información de los poderes judiciales”, impartido por México Evalúa, el magistrado respondió a tres cuestionamientos de periodistas: señalo que la Judicatura debe estar separada de la política y consideró que muchos formalismos y tecnicismos retrasan la justicia.
Anunció la creación de una Visitaduría que revise los asuntos de mayor impacto en todas las materias, la modificación al esquema de jurisprudencias para unificar criterios y dar mayor certeza jurídica, con lo cual, quienes no los sigan serán objeto de responsabilidades.
Salarios
Ricardo Sodi Cuellar dijo que desde su ingreso al Tribunal las percepciones no han aumentado, por lo cual, en términos reales ahora gana menos que hace 10 años.
“No se ha aumentado desde que ingresé al Poder Judicial, ósea, ganamos exactamente lo mismo, salvo el aumento general de tres por ciento anual que es general para toda la administración pública por la inflación, es el único incremento que se ha tenido”.
También aclaró que no se han reducido, pues las y los magistrados deben cumplir con la ley y en el artículo 116 constitucional se señala que son irreductibles, y con eso, dan garantías de independencia a sus juzgadores, como sucede con las y los ministros de la Corte y las y los magistrados federales.
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“Los sueldos son irreductibles por un principio constitucional (…) es un principio de garantía de imparcialidad judicial; son varias cosas: uno la inamovilidad de un juez, una vez ratificado en su función se vuelve inamovible y eso le da garantía de que resuelva lo que resuelva nadie lo puede presionar, ni quitar el trabajo; ni tampoco nadie la puede bajar el sueldo y eso le da una garantía de independencia”.
Opinó que el Poder Judicial debe estar al margen de tipos ideológicos y de políticas de ideologías, pues los otros dos poderes están en la lucha política, pero ellos deben estar fuera de ella. “La judicatura y la política deben estar totalmente separadas, las declaraciones de naturaleza política ideológica no deben de interferir en el funcionamiento del Poder Judicial”.
También señaló que cree en la racionalidad, no en la austeridad, pues no se trata de desmantelar estructuras.
“Yo no creo en la austeridad, creo en la racionalidad del gasto, el gasto debe ejercerse de manera racional, no se puede ahorrar cuéstenos lo que nos cueste, porque en ocasiones las políticas de austeridad a todo trance resultan en el desmantelamiento de las estructuras de gobierno porque las personas con talento, las personas capaces no están dispuestas a regalar su trabajo; entonces si queremos tener un Poder Judicial de primer nivel, tenemos que tener un Poder Judicial bien pagado”.
Además, añadió, los jueces todos los días estudian y se capacitan para conocer los nuevos criterios.
Por otra parte, consideró que los poderes judiciales federal y estatales han resistido los embates de la política y opinó que en México son muy formalistas, por lo cual se pronunció en contra de tecnicismos que retrasan la justicia y dijo que buscan tener sentencias más claras y precisas.
