Toluca, México.- De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, el suicidio es considerado como el acto deliberado de quitarse la vida, motivo por el cual es necesario que aquéllos que sufren depresión y ansiedad, sean canalizados de manera oportuna con un psicólogo y un psiquiatra, con la intención de prevenir que la víctima considere la idea de suicidarse, informó el Psicólogo Clínico por la Universidad Autónoma del Estado de México, Erick Arturo Escandón Pérez, en el marco del Día Mundial para la Prevención del Suicidio.
En entrevista con esta casa editorial, el especialista sostuvo que existen dos tipos de suicidio: el consciente y el inconsciente. El primero se caracteriza porque la víctima quiere hacerlo e incluso planea una estrategia para consumarlo; el segundo es cuando el probable suicida padece una enfermedad, tales como el alcoholismo, drogadicción, diabetes y obesidad, entre otras, y es negligente en sus cuidados, aun cuando sabe que puede morir.
Por ello es necesario que las víctimas reciban atención oportuna tanto psicológica como psiquiátrica, pues de ésta manera se logrará establecer el tratamiento adecuado según la gravedad.
“El suicidio es el resultado de cómo -las víctimas- perciben la vida, de qué percepción tienen de sí mismos, es decir su autoconcepto, su interacción con el medio y si es que tienen trastorno ansioso-depresivo. Cuando hay una depresión mayor es necesaria la intervención inmediata, pues hay altas posibilidades de un comportamiento suicida. La valoración debe ser por parte de un psiquiatra, quien verá la parte bioquímica del cerebro y lo va a regular por medio de medicamentos, y el psicólogo se encargará de la situación emocional del paciente”, apuntó Escandón Pérez.
Por su parte los familiares de la víctima también deben recibir ayuda psicológica por medio de terapias, a fin de ayudarse a detectar el estado de ánimo de su ser querido y poder entablar una comunicación asertiva por medio de preguntas, sondeos y una interacción comunicativa clara y respetuosa.
De acuerdo con el especialista, la comunicación asertiva es el principal paso para minimizar los riesgos de un suicidio, pues de ésta manera se puede establecer contacto con el paciente y, a su vez, persuadirlo a tomar ayuda de los profesionales en salud mental.
Mi hijo, esposo, hermano, padre se suicidó… ¿Qué hacer?
Enfrentar la muerte de un ser querido a causa de un suicidio no es nada fácil, motivo por el cual es primordial que los familiares de la víctima reciban ayuda psicológica y psiquiátrica para que puedan superar el duelo, el cual puede durar hasta un año y es sinónimo de depresión.
La tanatología sólo es psicología del duelo, hay mucha diferencia entre un psicólogo y un tanatólogo, por eso es primordial que se acerquen a un psicólogo y un psiquiatra para superar el duelo, sin embargo si el paciente lo desea también puede solicitar la ayuda del tanatólogo, eso es opcional Especialista
De acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en México se registraron ocurrieron seis mil 291 muertes por lesiones autoinfligidas intencionalmente (suicidios), lo que representa una tasa de 5.1 suicidios por cada 100 000 habitantes, durante 2016.
En ese mismo año, las entidades federativas que tuvieron mayores tasas de suicidio fueron Chihuahua y Yucatán con 11.4 y 10.2 suicidios por cada 100 000 habitantes respectivamente, seguidas por Aguascalientes (9.6), Campeche (9.1) y Colima (8.5), mientras que las entidades con los índices más bajos son Guerrero, Veracruz y Oaxaca, con 2.1, 2.5 y 2.9.
Según las mismas estadísticas, ocho de cada diez suicidios registrados durante 2016, eran de hombres, mientras que la tasa más alta de éste registro es entre los 20 y los 29 años de edad.