Toluca, México.- Los cursos de defensa personal son útiles para ofrecer técnicas y herramientas a las mujeres ante cualquier ataque físico, señaló el instructor de artes marciales con más de tres décadas en el ramo, Juan Martín Gusmán Becerril, aunque aclaró es necesaria la constante práctica de los conocimientos aprendidos para una mejor efectividad.
Por su parte, Citalli González Mondragón, alumna de un taller en la materia de acuerdo a su experiencia estimó que por lo menos un 70% de lo aprendido en ese tipo de talleres es aplicable en una situación de riesgo, ya sea por cuestión delictiva o en una agresión corporal o sexual.
En entrevista por separado, Gusmán Becerril con 35 años de experiencia en la instrucción, explicó que cualquier arte marcial enfocada a la defensa personal ayudará a evitar ser víctima de actos de violencia, siempre y cuando exista una buena preparación.
De igual manera, afirmó que en esas situaciones es importante tener un pensamiento frío, determinar en primera instancia ¿qué hacer?, y lograr un manejo del temor, porque este último puede convertirse en un factor que juegue a favor o en contra.
Si plantea un escenario con miedo a actuar, puede ser contraproducente y de nada le sirve la práctica o preparación como defensa personal.
Explicó que toda técnica de defensa personal tiene un objetivo y el resultado dependerá de la correcta aplicación de la misma, porque al momento de un ataque no importará si el agresor tiene mayor corpulencia o estatura, ya que para ello se buscan puntos débiles para contrarrestar su agresión.
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Lo anterior porque uno de los mayores cuestionamientos o inquietudes de las mujeres en general es la indefensión o desproporción en fuerza física ante un hombre.
Puede ser una persona muy grande pero tiene puntos vitales en donde se puede atacar, no importa si la persona agredida muy delgada o tímida o la inversa.
Recalcó que la efectividad de la técnica en un ataque es prioritario, pues se pueden utilizar varios recursos como enfocarse a la línea media del atacante, ya que es la zona donde se encuentran los puntos vitales y es posible debilitar al agresor.
Detalló que esas áreas son: la frente, el puente de la nariz, los ojos, la parte superior e inferior de la boca, maxilar inferior, la garganta, el plexo solar, el estómago y genitales.
De igual manera, agregó que cualquier objeto se puede utilizar y que sirve como distractor al atacante que van desde una prenda de vestir (chamarras, suéteres, etc.), un periódico, un libro u otros, que bien pueden usarse como medios de defensa o aventárselos, lo que permitirá a la víctima atacar, correr o buscar auxilio.
No obstante, aclaró que si el agresor trae una arma de fuego o punzocortante, las medidas por desarrollar son diferentes, así como también dependerá la cercanía o distancia que separa a ambos.
Concluyó que 100% de las técnicas son aplicables para la defensa personal ante cualquier situación de riesgo, pero se debe practicar por cuenta propia para hacerla efectiva. Puedes estar 100, 200 horas en un gimnasio, pero si no lo pones en práctica, el día que tuvieras que aplicarla, podría no habrá efectividad”.
Citalli González Mondragón indicó que las herramientas otorgadas en los talleres básicos de tres horas en adelante e incluso durante un semestre, son útiles para prevenir algún tipo de ataque, el principal beneficio es la observación, porque ahí se aprende a estar alerta de algún sujeto sospecho o una situación de riesgo.
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Nos ayuda a estar pendientes de nuestro alrededor cuando vamos caminando, a lo mejor el solo impulso nos ayuda a prevenir ese tipo de acciones.
Mencionó que algunos consejos básicos son la utilización de celular, mochila o bolsa, en un asalto, en el primer caso puede ser un objeto a incrustar en el cuello o costillas y en el segundo colocarla de frente a sus ojos, con lo cual permite tiempo para huir al inhibir la reacción del agresor.
Esas técnicas, subrayó, son útiles para correr o pedir ayuda en una situación de riesgo, a pesar de que el hombre tiene mayor fuerza o estatura que una mujer.
Son viables y que se deberían implementar tanto en las escuelas, en las comunidades para evitar la violencia, robos, feminicidios.