/ miércoles 14 de abril de 2021

Termina la escasez de agua en escuela de Lerma; captan y potabilizan el líquido

Por varios años, padres de familia debían llevar a diario agua en cubetas, botes o botellas, para las necesidades básicas

Durante varios años, alumnos de la escuela primaria Adolfo López Mateos, en la comunidad de La Capilla Huitzizilapan, padecieron la falta de agua.

Esto debido a la ausencia de una red suficientemente eficaz que abasteciera a su “segunda casa”.

Ante esta difícil situación, el Organismo Público Descentralizado para la Prestación de los Servicios de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento (Opdapas) del municipio de Lerma, les gestionaba una pipa una vez a la semana, pero el líquido nunca era suficiente.

Por ese motivo, los padres de familia diariamente llevaban garrafones, botes, cubetas y hasta botellas del vital líquido, con la finalidad de proveer de agua a sus hijos para las necesidades básicas diarias en el plantel, tales como el uso del baño y el lavado de manos.

Fue en octubre de 2020 que el director de dicho plantel educativo, Ezequiel Martínez Flores, fue informado sobre la posibilidad de que su escuela fuera una de las 35 beneficiarias de una infraestructura de captación de agua pluvial.

“No contábamos con ese recurso y nos informaron de Opdapas Lerma sobre la convocatoria que emitieron en octubre del año pasado, pero en el programa había posibilidad de que en nuestra escuela, además del sistema de captación, se colocara el equipo para potabilizar el agua.

“Así que no lo pensamos dos veces y comenzamos a reunir los requisitos”, indicó Martínez Flores en entrevista para El Sol de Toluca.

Entre los requisitos que el plantel educativo tuvo que cumplir para poder contar con la infraestructura de captación y potabilización de agua de lluvia, destacan el contar con una matrícula de alumnos de entre 300 y 500 niños, con un arcotecho y espacio suficiente para la colocación del equipo instalado.

Agua para todos

Cerca de tres meses después de que las autoridades educativas iniciaran su registro para la convocatoria, fueron informados de que su escuela no sólo había sido seleccionada para la instalación de la infraestructura de captación, sino además de la potabilizadora de agua pluvial.

“La noticia fue muy agradable para todos, porque era muy difícil tener aquí a más de 300 niños y que no hubiera suficiente agua para los baños y el lavado de manos, por ejemplo.

“Sin contar al personal administrativo, de intendencia y docente. Además, contamos con un comedor y por eso era sumamente necesario contar con agua potable también”, comentó.

En la opinión de Blanca Esthela Ramírez, madre de dos niños que cursan el 4° y 5° grado en la escuela Adolfo López Mateos de La Capilla Huitzizilapan, en Lerma, el hecho de contar con suficiente agua para cuando se retomen las clases presenciales, es una de las mejores noticias.

“Era muy difícil el mandar a nuestros hijos y saber que carecíamos del agua para el baño o para que se lavaran las manos, teníamos que traer agua porque sólo nos enviaban una pipa una vez a la semana, pero nunca alcanzaba”, aseguró.

Funcionamiento

Entre las principales características con las que cuenta esta moderna infraestructura, es que tiene el potencial de purificar hasta 212 mil 632 litros de agua anualmente, sin embargo, todo depende de la cantidad de agua de lluvia que se pueda captar, el mantenimiento del sistema y su cuidado.

No obstante, en el caso particular de este plantel educativo se suministrará 77 mil 250 litros de agua purificada al año, además de que el excedente de líquido que se rebosa a cisternas, equivale a 135 mil 381 litros anuales.

Estimaciones de la Comisión del Agua del Estado de México (CAEM), dependencia encargada de la instalación de “La Casita del Agua”, prevén que cada estudiante de la primaria Adolfo López Mateos consuman al menos un litro de agua potable una vez que retomen sus clases presenciales.

La captación de agua pluvial inicia desde que el líquido cae en el arcotecho de la escuela antes referida, misma que corre a través de un sistema de tubos de PVC, que dirigen el agua a un contenedor.

Sin embargo, antes de que el agua llegue al contenedor, pasa por un proceso de filtración que permite sanear el agua; tras ello, el agua estará lista para su uso en servicios básicos como el uso de baños, lavado de manos y actividades generales de limpieza.

Si lo que se pretende es obtener agua potable para consumo humano, el agua ya filtrada es enviada a un tinaco donde se almacena el “agua cruda”.

Este tinaco redirecciona el líquido a un filtro purificador, luego al filtro pulidor y finalmente a una sección de luz ultravioleta, con lo cual se garantizará que el agua no tiene microorganismos de ningún tipo y, por tanto, es potable.

Una vez concluido este proceso, no toma más que unos segundos el poder llenar un garrafón de agua apta para consumo humano.

Cabe mencionar que la planta potabilizadora de agua con la que cuenta la escuela primaria Adolfo López Mateos, de la comunidad La Capilla Huitzizilapan, cuenta con la certificación de la NOM-127-SSA1-1994, sobre agua potable.

Con este sistema de captación y potabilización de agua de lluvia, se beneficia a 375 estudiantes de 2 grupos de cada grado escolar, 12 maestros, personal administrativo, docente, de intendencia y del comedor estudiantil.

Una vez que inicien las clases presenciales en la primaria Adolfo López Mateos, en el municipio de Lerma, se prevé implementar talleres y clases enfocadas en la concientización sobre el uso responsable del agua.

Se espera que esta información no sólo llegue al alumnado, sino también a sus padres de familia.

Durante varios años, alumnos de la escuela primaria Adolfo López Mateos, en la comunidad de La Capilla Huitzizilapan, padecieron la falta de agua.

Esto debido a la ausencia de una red suficientemente eficaz que abasteciera a su “segunda casa”.

Ante esta difícil situación, el Organismo Público Descentralizado para la Prestación de los Servicios de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento (Opdapas) del municipio de Lerma, les gestionaba una pipa una vez a la semana, pero el líquido nunca era suficiente.

Por ese motivo, los padres de familia diariamente llevaban garrafones, botes, cubetas y hasta botellas del vital líquido, con la finalidad de proveer de agua a sus hijos para las necesidades básicas diarias en el plantel, tales como el uso del baño y el lavado de manos.

Fue en octubre de 2020 que el director de dicho plantel educativo, Ezequiel Martínez Flores, fue informado sobre la posibilidad de que su escuela fuera una de las 35 beneficiarias de una infraestructura de captación de agua pluvial.

“No contábamos con ese recurso y nos informaron de Opdapas Lerma sobre la convocatoria que emitieron en octubre del año pasado, pero en el programa había posibilidad de que en nuestra escuela, además del sistema de captación, se colocara el equipo para potabilizar el agua.

“Así que no lo pensamos dos veces y comenzamos a reunir los requisitos”, indicó Martínez Flores en entrevista para El Sol de Toluca.

Entre los requisitos que el plantel educativo tuvo que cumplir para poder contar con la infraestructura de captación y potabilización de agua de lluvia, destacan el contar con una matrícula de alumnos de entre 300 y 500 niños, con un arcotecho y espacio suficiente para la colocación del equipo instalado.

Agua para todos

Cerca de tres meses después de que las autoridades educativas iniciaran su registro para la convocatoria, fueron informados de que su escuela no sólo había sido seleccionada para la instalación de la infraestructura de captación, sino además de la potabilizadora de agua pluvial.

“La noticia fue muy agradable para todos, porque era muy difícil tener aquí a más de 300 niños y que no hubiera suficiente agua para los baños y el lavado de manos, por ejemplo.

“Sin contar al personal administrativo, de intendencia y docente. Además, contamos con un comedor y por eso era sumamente necesario contar con agua potable también”, comentó.

En la opinión de Blanca Esthela Ramírez, madre de dos niños que cursan el 4° y 5° grado en la escuela Adolfo López Mateos de La Capilla Huitzizilapan, en Lerma, el hecho de contar con suficiente agua para cuando se retomen las clases presenciales, es una de las mejores noticias.

“Era muy difícil el mandar a nuestros hijos y saber que carecíamos del agua para el baño o para que se lavaran las manos, teníamos que traer agua porque sólo nos enviaban una pipa una vez a la semana, pero nunca alcanzaba”, aseguró.

Funcionamiento

Entre las principales características con las que cuenta esta moderna infraestructura, es que tiene el potencial de purificar hasta 212 mil 632 litros de agua anualmente, sin embargo, todo depende de la cantidad de agua de lluvia que se pueda captar, el mantenimiento del sistema y su cuidado.

No obstante, en el caso particular de este plantel educativo se suministrará 77 mil 250 litros de agua purificada al año, además de que el excedente de líquido que se rebosa a cisternas, equivale a 135 mil 381 litros anuales.

Estimaciones de la Comisión del Agua del Estado de México (CAEM), dependencia encargada de la instalación de “La Casita del Agua”, prevén que cada estudiante de la primaria Adolfo López Mateos consuman al menos un litro de agua potable una vez que retomen sus clases presenciales.

La captación de agua pluvial inicia desde que el líquido cae en el arcotecho de la escuela antes referida, misma que corre a través de un sistema de tubos de PVC, que dirigen el agua a un contenedor.

Sin embargo, antes de que el agua llegue al contenedor, pasa por un proceso de filtración que permite sanear el agua; tras ello, el agua estará lista para su uso en servicios básicos como el uso de baños, lavado de manos y actividades generales de limpieza.

Si lo que se pretende es obtener agua potable para consumo humano, el agua ya filtrada es enviada a un tinaco donde se almacena el “agua cruda”.

Este tinaco redirecciona el líquido a un filtro purificador, luego al filtro pulidor y finalmente a una sección de luz ultravioleta, con lo cual se garantizará que el agua no tiene microorganismos de ningún tipo y, por tanto, es potable.

Una vez concluido este proceso, no toma más que unos segundos el poder llenar un garrafón de agua apta para consumo humano.

Cabe mencionar que la planta potabilizadora de agua con la que cuenta la escuela primaria Adolfo López Mateos, de la comunidad La Capilla Huitzizilapan, cuenta con la certificación de la NOM-127-SSA1-1994, sobre agua potable.

Con este sistema de captación y potabilización de agua de lluvia, se beneficia a 375 estudiantes de 2 grupos de cada grado escolar, 12 maestros, personal administrativo, docente, de intendencia y del comedor estudiantil.

Una vez que inicien las clases presenciales en la primaria Adolfo López Mateos, en el municipio de Lerma, se prevé implementar talleres y clases enfocadas en la concientización sobre el uso responsable del agua.

Se espera que esta información no sólo llegue al alumnado, sino también a sus padres de familia.

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