Para que la cantidad de aguas tratadas generadas en el Estado de México incremente de forma significativa, es necesario que la ciudadanía tenga la cultura del cuidado del vital líquido, aunado a la importancia de la implementación de un sistema de tratamiento de aguas en cada vivienda, mismo que tiene un costo económico y son accesibles para la población.
De acuerdo con el Ingeniero Forestal, Fabián Gerardo Moya García, la primera alternativa es que las autoridades promuevan la instalación de plantas hechizas o semiprofesionales de tratamiento de agua individuales o por conjunto de viviendas, con precios de entre mil y 15 mil pesos.
“Hay gestores muy sencillos que te pueden ayudar a limpiar gran parte del agua que se utiliza en la casa y permite reutilizarla incorporándola al suelo, los sistemas hechizos pueden ser muy baratos y no pasan de mil pesos los materiales o domésticos, que son un poquito más profesionales y su precio ya está en aproximadamente 15 mil pesos”, destacó el especialista.
Como segunda opción, el Ingeniero Forestal planteó el la instalación de plantas tratadoras en diversos puntos cercanos a un caudal como parte de la estrategia de descargas de aguas residuales, de tal manera que se mantenga un flujo constante de agua constantemente saneada a fin de prevenir se contaminen más.
En tercer caso, el especialista sostuvo que en los pagos prediales y otros impuestos se podrían plantear descuentos para aquellas personas que utilizan algún sistema de tratamiento en sus viviendas comprobable, con el objetivo de incentivar el tratamiento de aguas residuales.
A esto, sumó que las personas que viven cerca de cuerpos de agua estén obligadas a cumplir con la instalación de un sistema de tratamiento de aguas individual o colectivo para evitar la descarga de aguas negras a ríos, presas y lagunas, entre otros.
“Las empresas que contaminan sí están obligadas a cumplir con su sistema de tratamiento de aguas, la ley lo marca, y tienen la obligación de verter agua tratada y en todo caso las aguas no se vierten directamente a los cauces, deben ser vertidas en el suelo donde exista vegetación por la cual pueda ser purificada”, destacó Moya García.
En su oportunidad, el biólogo José Antonio de la Cruz Hernández destacó que a nivel nacional se vive una crisis respecto a la cantidad de tratamiento de aguas, pues varias plantas tratadoras están defectuosas, hay infraestructura sobrada y en algunos casos existe la falta de recursos para la operación y mantenimiento de las mismas.
“En México tenemos un problema más que técnico o tecnológico, es sobre las capacidades a nivel municipal, dado que son los organismos junto con el estado responsables del tratado de aguas, esto también tiene que ver con que muchos municipios no cuentan con las capacidades técnicas para operar estos sistemas de saneamiento e incluso puede que haya personal adecuado por momentos, pero los municipios tienen una dinámica muy cambiante y repercute en todos los sentidos”, destacó
A lo anterior el especialista lamentó que las autoridades no tengan una visión de crecimiento consistente sobre el tema en varios estados del país, lo que se traduce en un bajo porcentaje de tratamiento de aguas residuales.
Recientemente el Vocal Ejecutivo de la Comisión del Agua del Estado de México, Alfredo Pérez Guzmán, informó a esta casa editorial que de los 35 metros cúbicos por segundo de aguas residuales generadas en la entidad mexiquense, únicamente un 32 por ciento es tratada, es decir, 11.2 metros cúbicos por segundo.
En la entidad del total de aguas residuales tratadas un 80 por ciento es dirigido a cauces y barrancas federales que descargan en cuerpos de agua con mayor volumen, 15 por ciento es canalizada a riego de cultivo y zonas verdes y el cinco por ciento va para actividades acuáticas deportivas y recreativas de contacto humano.