Cuando los animales son sustraídos de su hábitat para traficar con ellos, generan padecimientos cómo estrés, miedo, pero principalmente aumenta su agresividad ya que buscan defenderse del humano.
Ante esta situación, los ejemplares que llegan a cualquier Zoológico deben de someterse a diversos exámenes, y de esta manera conocer qué tan aptos son para permanecer en un exhibidor.
“En los últimos años hemos recibido una gran cantidad de primates, y llegan muy asustados ya que es un trauma lo que pasan a la hora de que capturaron a la mamá y la matan, en el caso de los carnívoros que llegan muestran agresión, en este caso son los extraídos de vida silvestre que no conocen al humano, en el caso de coyotes, mapaches, zorros y leones” señaló Huitzilihuitl Barrera Manzano, jefe del departamento Técnico y Manejo de fauna.
Si el animal arroja a través de los conductores y físico-general un alto nivel de agresividad, el ejemplar es liberado una vez que se encuentre en un estado físico que le permita alimentarse por sí solo.
“Con esto vemos si son aptos para ser liberados, nosotros no tratamos de que ellos se queden en nuestra colección, lo que intentamos es que sean liberados y que contribuyan al medio ambiente”
La especie número uno con la que trafican más son las aves canoras como cenzontles, calandrias y loros, seguido de zorros, coyotes y pumas.
Actualmente, el 80 por ciento de las especies que se mantienen en el Parque Ecológico Zacango son de decomisos por parte de la Procuraduría ya que el comercio ilegal de las especies es de las terceras acciones económicas a nivel mundial que deja la mayor derrama económica.
“Damos apoyo como a la PROFEPA para poder resguardar algunos animales que fueron capturados en su hábitat natural, o que en su caso han habitado en los circos por ejemplo, los últimos ejemplares de circos fueron los elefantes”