A una semana de que se diera a conocer el hallazgo de restos óseos en un predio de zona montañosa en los límites de San Simón de Guerrero y Texcaltitlán, la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) aún no determina si se trata de restos humanos o de animal.
De acuerdo con la oficina de Comunicación Social de la institución, al momento el Instituto de Servicios Periciales realiza las diligencias correspondientes, sin embargo, se prevé que el proceso sea largo debido a las condiciones en que fueron encontrados los huesos.
Durante la recolección de los restos óseos, que presentaban una degradación extrema, la cantidad era relativamente poca, además de que sólo eran fragmentos de huesos, es decir, no había un hueso completo que permitiera presumir su origen -animal o humano-.
La dependencia desmintió que se tratara del hallazgo de una fosa clandestina. Explicó que si bien fue una ficha presuntamente policial la que dio origen a dichas publicaciones, personal de la dependencia descartó que se tratara de una fosa clandestina debido a que no había algún inmueble o estructura que fungiera como tal.
En su momento, el titular de Comunicación Social de la FGJEM sostuvo que se trataba de “una pedacería de huesitos, no es un fémur, no hay un cráneo y no es una fosa clandestina, porque estaban regados en el lugar”, además de que era poca la cantidad de materia ósea la recolectada por los peritos.
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