Guillermo Vargas Morales, de 39 años de edad, falleció en el Centro Penitenciario de Otumba. A su familia le dijeron que se suicidó, pero no creen en esa versión.
Su hermana, Claudia Ivonne Vargas Morales, explicó en entrevista que tenía días de no poder verlo porque lo hirieron en una riña, pero él estaba bien, y de repente, este dos de julio, les llamaron para decirles que se suicidó.
"Lo están manejando como suicidio, no creemos, nosotros lo conocíamos y él era una persona muy fuerte en muchos aspectos, una persona que tenía una buena conducta", aseguró.
El 18 de junio, dijo, se registró una riña al interior del penal, donde su hermano resultó herido. Desde ese día estuvo en aislamiento, no lo podían contactar; por lo cual promovieron un amparo, pues temían por su vida.
"No le dieron oportunidad de una llamada, se hizo una demanda de amparo, lo estaban extorsionando adentro del penal", afirmó.
Narró que un grupo de personas, denominado "Los Becerra", presuntamente apoyado por autoridades del Centro Penitenciario, extorsionan gente, y el 18 de junio estaban golpeando a alguien, por lo cual los custodios los retiraron y los enviaron a castigo.
Sin embargo, aseguró que el director ordenó bajarlos y cuando regresaron estaban muy agresivos; por lo cual se abalanzaron contra su hermano y otra persona privada de su libertad, con palos y navajas y a ambos los hirieron.
A partir de ese momento, añadió, los custodios pusieron a Guillermo en aislamiento y desde ese momento no volvió a verlo, aunque en el penal le aseguraban que estaba bien.
"Estuve yendo a que me dieran informes, me dijeron que supuestamente ya había sido atendido, que estaba bien y no me dejaban verlo; yo metí una demanda de amparo por aislamiento, en la cual manifiesto que precisamente yo temía por la vida de mi hermano.
"Y después de todo eso me salen que según él se suicidó, pero él no era de esos, no era de esos que se suicidara, porque además si lo tenían en una área de aislamiento les quitan calcetines, cinturones, les quitan cualquier cosa con las que ellos se puedan llegar a lastimar", puntualizó.
La versión que le dieron es que este viernes 2 de julio, cuando llegaron a verlo, él ya había fallecido, pero no lo creen.
Su hermana afirma que él solo tenía un navajazo en el brazo, lo atendieron y no estaba tan lastimado como para fallecer por la herida, por lo cual sospecha que después lo podrían haber atacado.
Claudia Vargas también refirió que a su hermano en el centro penitenciario le pidieron dinero para pintura, incluso ella tiene la factura y a las personas privadas de su libertad las pusieron a pintar.
Su hermano ya siete años en prisión
Vargas Morales anunció que presentará una denuncia, pero primero esperará los resultados de la necropsia y la entrega del cuerpo, lo cual podría ser la siguiente semana.
Advirtió que las autoridades deben investigar, pues él era una persona tranquila y no había tenido ningún otro problema, ni había sido víctima de otra agresión.
"Era una persona muy tranquila, de hecho no le gustaba casi salir al patio, iba a su escuela nada más para tener la mejor conducta posible y después se mantenía en su celda, salía a correr y procuraba mantenerse aislado", sostuvo.
Ahora, la familia pide que se investigue la muerte y se haga justicia.