Las visitas en los Centros Penitenciarios y de Reinserción Social de la entidad no serán suspendidas por el cambio a la fase roja en el semáforo epidemiológico a partir del 19 de diciembre, informó la Secretaría de Seguridad del Estado de México.
Sin embargo, quienes vayan a visitar a algún familiar privado de su libertad, deben respetar el estricto protocolo sanitario, que consiste en la toma de temperatura, el uso de gel antibacterial, de tapetes sanitizantes, de cubrebocas, así como una revisión por parte de profesionales médicos de los Centros Penitenciarios.
La dependencia estatal precisó que en la visita familiar sólo se permite el acceso a una sola persona, que en ningún caso podrá ser alguno que se ubique dentro de los grupos vulnerables, es decir, personas mayores de 60 años o más, mujeres embarazadas, niños, personas con enfermedades crónicas o visiblemente enfermas.
El ingreso de las visitas será en un horario de 9:00 a 11:00 horas, mientras que la permanencia será hasta las 13:00 horas sin excepciones.
La Secretaría de Seguridad precisó que para garantizar la continuidad de la comunicación entre los internos y sus familias, se ampliaron los horarios de uso de teléfonos desde el interior de los Centros Penitenciarios y de Reinserción Social, y como fortalecimiento de esta estrategia se establecieron horarios adicionales para que los familiares puedan entregar enseres de uso y aseo personal autorizado.
Entre las medidas implementadas por la autoridades penitenciarias, destaca que ningún visitante podrá ingresar con alimentos ni bebidas para ser consumida al interior del centro, además de que tampoco estará permitido el acceso con objetos, bultos o paquetes, y por ningún motivo podrá retirarse el cubrebocas durante su estancia.
Cualquier interno o visitante que no cumpla con la obligatoriedad de portar su cubrebocas durante la visita será sancionado y/o sacado del centro, señaló la dependencia estatal.
Cabe mencionar que la Secretaría de Seguridad informó que los espacios comunes y de ingreso a los penales mexiquenses son sanitizados constantemente con los aspersores y agua clorada, a fin de evitar focos de contagio de Covid-19.
Actualmente existen más de 33 mil 400 personas privadas de la libertad en la entidad.