Toluca, México.- La hija de Yesenia muestra en su celular la foto de su mamá. Limpia la pantalla y dice que no se parece al cuerpo que miró en el Semefo el lunes: “No es ella, no es su rostro, no es la que aparece en la foto”, reprocha la joven de forma incrédula, tres días después del hallazgo del cuerpo en un camino de terracería en el municipio de Xonacatlán.
Yesenia Sánchez Cervantes, de 37 años de edad, tiene una doble tragedia, revela Liliana, pues hace cuatro años, un 14 de febrero habría sido abusada sexualmente, víctima de un violador en serie identificado en los municipios de Xonacatlán y Otzolotepec.
“Después de haber sido abusada, mi mamá me dijo que esa vez, cuando le pusieron la pistola en la cabeza sólo pensó en sus hijos, en nosotros, y por eso dejó que le hicieran todo eso. Creo que antes de morir volvió a pensar lo mismo”, relata Lili. Es imposible que contenga el llanto. Llora durante toda la entrevista.
El pasado sábado 28 de julio, Yesenia habría planeado salir a divertirse con su pareja en Pueblo Nuevo, municipio de Xonacatlán, donde vivía desde hace un mes. Era día de feria en un municipio cercano. Esa noche ya no regresó y su búsqueda inició desde la madrugada.
“Le gustaba salir a divertirse, esa vez su pareja la perdió de vista unos minutos y cuando regresó ya no estaba, en un abrir y cerrar de ojos”, recuerda la joven sobre las escenas borrosas que hay de los últimos momentos de Yesenia.
Su cuerpo fue hallado sin vida el domingo durante las primeras horas en un camino de terracería de los ejidos de Santa María Zolotepec, pero sus hijos y hermanos la pudieron identificar hasta el lunes.
Según la necropsia de la Fiscalía, la causa de muerte fue por hemorragias, sin embargo Lili da otro argumento y revela que su madre sufrió mucho antes de morir.
"No fue solo que la degollaron, también la golpearon mucho, tenía la nariz destrozada, sus uñas muy mal, estoy segura que ella se defendió pero no pudo más”, sostiene Liliana.
En la localidad de San Juan Tilapa, en Toluca, el cuerpo de Yesenia fue velado desde la madrugada del lunes, todo a puerta cerrada, sin el ir y venir de personas. En una de las habitaciones, su cuerpo fue depositado hasta donde llegaron algunos vecinos a rezarle. Se eligió despedirla ahí, en la casa de su madre y de donde es oriunda toda la familia.
Todo sencillo, con la poca ayuda que familiares pusieron, porque Yesenia no tenía más recursos, y en el ayuntamiento de Xonacatlán les negaron el apoyo.
“Vamos a enterrarla en el panteón municipal de Toluca, ahí le arreglamos un espacio”, comentaron sus familiares.
En la puerta de la casa aún permanece un moño descolorido que le instalaron para el hermano de Liliana, quien fue asesinado el año pasado. La tragedia los persigue, recrimina Lili.
“Si tuviera el poder del dinero, yo le pediría a las autoridades que investiguen tanto maldito feminicidio”, externa la joven. No se cohíbe y quiere que el caso de su madre se resuelva.
Yesenia habría de cumplir sus 38 años el próximo 1 de octubre, sus hijos ya esperaban para celebrarla, pues siempre fue una buena madre, quien se ganaba la vida de empleada en una taquería y vendiendo gelatinas.
De sus hijos, Liliana es la mayor, de 18 años, le sigue su hermano de 15 años y una menor de 12. La violencia e inseguridad que permea en el estado ahora los ha dejado huérfanos.
La recuerdan siempre con un rostro alegre y con el entusiasmo para hacer reír a todos.
En la morgue, ese rostro no era el mismo, tenía un semblante de temor, revela su hija.
“Agradezco que al menos la dejaron completa, que la encontramos, otras familias no tienen suerte”, sostiene.
En las fotos que muestra Lili, se mira a Yesenia sonriente, de perfil, con su cabello recogido y los labios pintados y las cejas delineadas. “Le decíamos la Flaca, porque de joven estaba como yo, ben flaquita, esta es la última foto que se tomó, incluso trae puesta la misma chamarra con la que desapareció”, alude la joven.
En medio de su tragedia, Liliana lanza un reproche a la Fiscalía estatal, pide que se vigile más, que se paren los feminicidios.
“Yo les pediría que vigilen, que vayan a donde han encontrado los cuerpos de niñas y mujeres”, añade. “¡Qué poca ma... que las autoridades sólo nos vean como números!”, sentencia la hija de Yesenia.
El día que fue asesinada se cumplieron tres años de activarse la Alerta de Violencia de Género en la entidad, por lo que “Yes” se convirtió en el primer homicidio de mujeres después de los primeros tres años de operar el protocolo.
FRASE
Después de haber sido abusada, mi mamá me dijo que esa vez cuando le pusieron la pistola en la cabeza, sólo pensó en sus hijos, creo que antes de morir volvió a pensar lo mismo.
Liliana, hija de Yesenia
