/ viernes 6 de noviembre de 2020

Covid-19 se aferra al negocio de barbacoa de don Manuel y su esposa, en BCS

La familia vende barbacoa de cabrito para obtener el sustento de su hogar, pero su negocio se ha visto afectado por la pandemia y debido a ello podría cerrar

La Paz, BCS.- En el kilómetro 194.5 de la carretera San José del Cabo-La Paz se encuentra un pequeño establecimiento de comida que es atendido por el señor Manuel Polanco, un pequeño criador de chivas que vive con su esposa y su hijo en la zona rural. Él trabaja en la elaboración de barbacoa de cabrito que vende para obtener el sustento de su hogar, pero lamentablemente la falta de clientes provocada por la crisis económica, lo han llevado a pensar en cerrar el negocio con el que venía obteniendo ingresos para su familia.

Antes de la pandemia del Covid-19, don Manuel mataba más de siete chivas a la semana y al día de hoy sacrifica 2 o 3 por quincena, lo que le permite preparar la barbacoa de cabrito a la leña.

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Foto: Karina Lizárraga | El Sudcaliforniano

Su negocio es familiar, lo trabajan él y su esposa. "Ella nada más me ayuda los fines de semana porque entre semana no tiene caso, no hay ventas, yo mato al animal, yo lo limpio, lo preparo y lo echo a la olla, mi señora me ayuda a meserear, nosotros mismos servimos, sembramos pastura, porque no podemos contratar a gente que lo haga, ya que o comen los empleados o comemos nosotros", refirió.

Don Manuel era productor de sus propios insumos, algunos de ellos los utilizaba para el comercio, el cual se ha visto suspendido. Elaboraba queso, yogurt, cajeta, flan y otros alimentos derivados de las cabras, pero a raíz de la pandemia ya no pudo sostener la alimentación de los animales, por lo que, durante el tiempo que su negocio estuvo cerrado por instrucciones de las autoridades del sector salud, el hambre y la necesidad entraron por la puerta principal y tuvo que sacrificar a sus chivas para darle de comer a su familia.

Foto: Karina Lizárraga | El Sudcaliforniano

"Desde que se vino la pandemia se bajaron las ventas totalmente, entonces la gente no consumía y los animales tenían que seguir comiendo, ¿qué es lo que hicimos?, con tristeza se lo digo, metimos las chivas al horno para sobrevivir nosotros, chivas buenas, chivas lecheras, fueron al horno para poder comer, y ni modo, o comían las chivas o comíamos nosotros y así fuimos acabando con los animales que teníamos", dijo.

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La situación es muy difícil y complicada para la familia Polanco, ya que están viviendo prácticamente al día, su hijo de 14 años estudia la secundaria en la escuela rural, pero están detenidas las clases presenciales y como el internet es inestable en la zona, no puede obtener su educación de manera virtual, es por ello que su formación se ha visto estancada.

Foto: Karina Lizárraga | El Sudcaliforniano

Ellos no tienen ni la oportunidad de enfermarse porque dejarían de trabajar y la familia sufriría las consecuencias, esta pandemia les está pegando duro.

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"La pandemia sigue y sigue haciendo de las suyas, nos acabó de atrasar, porque las deudas siguieron y tenemos que comer, pero todo se detuvo, no había venta, no había dinero para comprarle de comer a mi hijo y mi mujer, nosotros no hemos recibido nada, ni una despensa ni nada, no se puede estar jugando con nuestros sentimientos, con nuestra necesidad, se acaba el gas, llega el recibo de la luz y del agua y luchamos por subsistir, no estamos viviendo, no le puedo dar una cantidad exacta porque ya ni se cuánto es lo que me queda para la comida de mi gente, a veces 100 pesos, a veces nada", narra don Manuel.

Foto: Karina Lizárraga | El Sudcaliforniano

Manifiesta que fueron seis meses muy duros, en los que tuvo que vender lo poco que tenía para seguirse sosteniendo, sumado a la sequía porque las lluvias no favorecieron a la entidad, muchos ganaderos están regalando prácticamente sus animales porque no hay a quien vendérselos, "han sido cosas muy fuertes las que hemos estado viviendo, pero manteniéndonos a pie firme, nosotros somos personas de lucha".

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El gran problema radica en las bajas ventas, al día están vendiendo de 150 a 200 pesos, lo cual no le alcanza para surtir la despensa de su hogar. "Aquí todos los días son diferentes, el domingo pasado nos fue bien con la venta, pero se quemó todo el medidor de la luz y ahí se fue el dinero de la venta, no alcanzamos a comprar alimentos para el hogar", finalizó.

La Paz, BCS.- En el kilómetro 194.5 de la carretera San José del Cabo-La Paz se encuentra un pequeño establecimiento de comida que es atendido por el señor Manuel Polanco, un pequeño criador de chivas que vive con su esposa y su hijo en la zona rural. Él trabaja en la elaboración de barbacoa de cabrito que vende para obtener el sustento de su hogar, pero lamentablemente la falta de clientes provocada por la crisis económica, lo han llevado a pensar en cerrar el negocio con el que venía obteniendo ingresos para su familia.

Antes de la pandemia del Covid-19, don Manuel mataba más de siete chivas a la semana y al día de hoy sacrifica 2 o 3 por quincena, lo que le permite preparar la barbacoa de cabrito a la leña.

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Foto: Karina Lizárraga | El Sudcaliforniano

Su negocio es familiar, lo trabajan él y su esposa. "Ella nada más me ayuda los fines de semana porque entre semana no tiene caso, no hay ventas, yo mato al animal, yo lo limpio, lo preparo y lo echo a la olla, mi señora me ayuda a meserear, nosotros mismos servimos, sembramos pastura, porque no podemos contratar a gente que lo haga, ya que o comen los empleados o comemos nosotros", refirió.

Don Manuel era productor de sus propios insumos, algunos de ellos los utilizaba para el comercio, el cual se ha visto suspendido. Elaboraba queso, yogurt, cajeta, flan y otros alimentos derivados de las cabras, pero a raíz de la pandemia ya no pudo sostener la alimentación de los animales, por lo que, durante el tiempo que su negocio estuvo cerrado por instrucciones de las autoridades del sector salud, el hambre y la necesidad entraron por la puerta principal y tuvo que sacrificar a sus chivas para darle de comer a su familia.

Foto: Karina Lizárraga | El Sudcaliforniano

"Desde que se vino la pandemia se bajaron las ventas totalmente, entonces la gente no consumía y los animales tenían que seguir comiendo, ¿qué es lo que hicimos?, con tristeza se lo digo, metimos las chivas al horno para sobrevivir nosotros, chivas buenas, chivas lecheras, fueron al horno para poder comer, y ni modo, o comían las chivas o comíamos nosotros y así fuimos acabando con los animales que teníamos", dijo.

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Foto: Karina Lizárraga | El Sudcaliforniano

Ellos no tienen ni la oportunidad de enfermarse porque dejarían de trabajar y la familia sufriría las consecuencias, esta pandemia les está pegando duro.

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"La pandemia sigue y sigue haciendo de las suyas, nos acabó de atrasar, porque las deudas siguieron y tenemos que comer, pero todo se detuvo, no había venta, no había dinero para comprarle de comer a mi hijo y mi mujer, nosotros no hemos recibido nada, ni una despensa ni nada, no se puede estar jugando con nuestros sentimientos, con nuestra necesidad, se acaba el gas, llega el recibo de la luz y del agua y luchamos por subsistir, no estamos viviendo, no le puedo dar una cantidad exacta porque ya ni se cuánto es lo que me queda para la comida de mi gente, a veces 100 pesos, a veces nada", narra don Manuel.

Foto: Karina Lizárraga | El Sudcaliforniano

Manifiesta que fueron seis meses muy duros, en los que tuvo que vender lo poco que tenía para seguirse sosteniendo, sumado a la sequía porque las lluvias no favorecieron a la entidad, muchos ganaderos están regalando prácticamente sus animales porque no hay a quien vendérselos, "han sido cosas muy fuertes las que hemos estado viviendo, pero manteniéndonos a pie firme, nosotros somos personas de lucha".

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El gran problema radica en las bajas ventas, al día están vendiendo de 150 a 200 pesos, lo cual no le alcanza para surtir la despensa de su hogar. "Aquí todos los días son diferentes, el domingo pasado nos fue bien con la venta, pero se quemó todo el medidor de la luz y ahí se fue el dinero de la venta, no alcanzamos a comprar alimentos para el hogar", finalizó.

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