Las palabras “estado operativo de alerta” “estado de emergencia” y “alerta en el sistema eléctrico de México”, son palabras que rondaron constantemente las redes sociales y los principales espacios noticiosos a lo largo y ancho de todo el territorio nacional.
Y es que durante la última semana se registraron apagones intermitentes hasta en 15 entidades que han padecido por el corte repentino del suministro eléctrico; ¿las principales razones? un déficit en la generación de energía en todo el país que se ha sumado a graves problemas en la red debido al mayor consumo de electricidad por las altas temperaturas que ha generado la ola de calor que asola a gran parte de México.
Pese a lo que se pudiera pensar, este tema no es nuevo, y pese a las advertencias realizadas por expertos y especialistas, las autoridades responsables de la generación de energía eléctrica no tomaron las medidas necesarias para garantizar el abastecimiento eléctrico continuo hacia los hogares, los negocios, las empresas y los servicios públicos; cuando menos, desde septiembre de 2023 se lanzaron las primeras señales de alerta.
Algo que se presupuestaba tan sólo en los escenarios más catastróficos y parecía lejano ha llegado a ser motivo de preocupación entre las y los mexicanos; en la actualidad, no contamos con la capacidad instalada para garantizar la generación de energía para el consumo que requiere el país, por lo que se necesitan de medidas urgentes y extraordinarias.
Sin importar el tema del que se hable, lo más difícil de poder dar resolución a un problema es aceptar que este existe, sin embargo, la situación del sistema eléctrico que afecta a buena parte de la población del país no ha hecho eco en las autoridades responsables; por lo que se requiere de un trabajo sobre la marcha para generar la energía que México necesita.
Hoy, tenemos un tema que necesita atención de prioridad extraordinaria con la finalidad de prevenir y evitar una catástrofe futura, hoy debemos resolver las problemáticas que la falta de energía eléctrica produce entre la población como la falta de comunicación, la imposibilidad de resguardar productos perecederos, limitar atención médica adecuada en hospitales y centros de salud por la falta de un insumo básico para estas y otras operaciones cotidianas.
La electricidad es un servicio básico que forma parte de los derechos humanos a los cuales debemos tener garantizado el acceso; hoy requerimos de un trabajo conjunto y acciones puntuales y sin improvisaciones.
La acción más efectiva es el trabajo arduo que debe realizar la paraestatal Comisión Federal de Electricidad y el trabajo que puede realizarse de manera coordinada con las empresas privadas capaces de atender la problemática; sólo de esta forma se podrá garantizar la producción de energía eléctrica que el país necesita, sin desestimar el cuidado del medio ambiente.
Lic. Gilberto Javier Sauza Martínez / Vicepresidente de CONCAEM
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