Tras escuchar el Segundo Informe, deseábamos un panorama más apegado a la realidad y que respondiera a las necesidades de los diversos sectores del país, en un escenario de estabilización post Covid-19 dentro del Paquete Económico 2021.
El gobierno a través de la Secretaria de Hacienda y Crédito Público, por medio del Proyecto de Egresos de la Federación para el Ejercicio Fiscal 2021 contempla un gasto de 6 billones 295 mil 736.2 millones de pesos; del cual, 73.4 por ciento corresponde a gasto programable y el restante 26.6%, a erogaciones no programables.
Con base al análisis de la SHCP, se han proyectado los escenarios que el país vivirá, por lo que es posible rescatar aciertos por parte de la administración federal y señalar los riesgos que implica este paquete.
El paquete económico que presentó el ejecutivo, dista de la realidad del país; en cuanto a crecimiento económico se pronostica un crecimiento del 4.6 por ciento; sin embargo los números son demasiado positivos ante una pandemia que sigue activa y sigue afectando todos los rubros.
En cuanto a la tasa de interés, consideramos que establecerla en el 4 por ciento tiene la intención de influir en la política del Banco de México y ante las consideraciones que el mercado maneja es estimable que este número puede incrementarse, es imposible mantenerla por debajo de este número ante las condiciones vividas.
La inflación al 3 por ciento también es un pronóstico que difícilmente se podrá consolidar, por lo que podemos esperar una cifra cercana al 4 por ciento. Consideramos que el acierto más real, es el tipo de cambio establecido con una relación de 22.1 pesos por cada dólar.
Resulta arriesgado esperar que se mantenga el nivel de ingresos ante una economía en declive. Las empresas enfrentan graves problemas y ante utilidades reducidas es complicado pensar que existirán grandes contribuciones por parte del sector.
Un punto debatible es asegurar que los ingresos petroleros se mantendrán ante la escasez de garantías que no alcanzan a cubrir siquiera al 50% de los barriles que se producirán. Y es un acierto la disminución a la STPS ya que dejan los juicios de arbitraje y se enfocarán en la conciliación.
Las apuestas más arriesgadas es recargar el Tren Maya en el presupuesto de Turismo, obra que consumirá la mayor parte de su presupuesto, siendo que es infraestructura y la disminución de recursos al INEGI, entidad que ha ofrecido los números más acertados en inversión y economía, es catastrófico no contar con estos datos por una reducción.
Es innegable que la integración del presupuesto es complicado, sin embargo, debe responder a las necesidades de la población y sobre todo ante un escenario que no se puede revertir por cuestión de voluntad o buenos deseos.
