El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) presento la muestra del comportamiento del mercado laboral mexicano, que se realizó a través de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), en la cual destaca por una parte que hubo un incremento de 676 mil personas más que al mismo mes de octubre del año pasado; además de que la participación laboral femenina llegó al 46.4 por ciento, el más alto desde el 2005.
Así dentro de los datos proporcionados podemos ver que el mercado laboral para las mujeres creció en 1.6 puntos porcentuales, recuperándose después de las secuelas que causó la pandemia por el Covid-19, en que la participación de las mujeres en el trabajo tuvo una baja hasta del 40 por ciento.
El Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), ha reconocido que los más afectados por el confinamiento fueron las mujeres, teniendo una mayor baja laboral en las empresas; esto por tener que cuidar a los hijos en sus hogares. Cabe resaltar que hasta octubre de este año la población económicamente activa (PEA) llegó a 61.1 millones de personas, de ellos 23.9 millones son mujeres, y en comparación al año pasado son 263 mil mas que se encuentran laborando.
Como sabemos la participación de las mujeres en las actividades económicas de cualquier país son fundamentales, ya que ayuda al crecimiento y desarrollo, ayudando con ello al ingreso per cápita.
Cada día se abren nuevos espacios de oportunidad para las mujeres; y la lucha por eliminar problemas como a los que se han enfrentado de las dobles jornadas, discriminación salarial en comparación con los hombres, segregación ocupacional y hostigamiento sexual, cada día se han reducido permitiéndoles encontrar trabajos en los que los estereotipos van disminuyendo y a pesar de que falta más análisis se está llevando a cabo una tendencia a mayor flexibilidad.
Pero de acuerdo con el INEGI en los ingresos la brecha es todavía muy marcada; los empleos para las mujeres son menos atractivos; los incentivos para entrar a la fuerza laboral, también tiene menos incentivos, elementos que afectan las perspectivas en el terreno laboral.
Por su parte la coordinadora de Comercio Exterior y Mercado Laboral del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), Ana Gutiérrez, ha reconocido que si las mujeres ven que los empleos para ellas no están bien pagados o las condiciones para trabajar son peores que las de los hombres, menos van a participar en la fuerza laboral, siendo que esto no ayuda al crecimiento económico de México.
Muchas mujeres prefieren dedicarse al comercio informal, siendo superior a la participación masculina, pero representa un gran problema ya que en muchas ocasiones ni siquiera contribuyen a pagos de impuestos; pero mientras no se incrementen políticas públicas y privadas con la finalidad de evitar la discriminación por género, muchas mujeres que tienen una gran capacidad, se integrarán al trabajo formal, esto sin mencionar el trabajo no remunerado que permanentemente realizan en el hogar.